El tribunal absuelve al doctor Conconi de la acusación de facilitar el dopaje
El doctor Francesco Conconi, así como sus dos colaboradores, fueron ayer absueltos por prescripción del delito, por el Tribunal de Ferrara, de la acusación de un presunto fraude deportivo. El juez Franco Oliva, del Tribunal de Ferrara, poco después de escuchar las alegaciones de la Fiscalía de los defensores, absolvió a Conconi y a Ilario Casoni y Giovanni Grazzi, basándose asimismo en que el delito de que era acusado no era tipificado como tal entre 1995 y 1997. Esta había sido, curiosamente, la petición de absolución solicitada por el fiscal Nicola Proto.
El proceso contra Francesco Conconi y dos de sus ex colaboradores, imputados por un presunto fraude deportivo, tuvo lugar mediante el denominado juicio rápido -atenuante que contempla la reducción de un tercio de la posible condena-, a puerta cerrada y sin presencia de testigos.
Un proceso iniciado hace unos cinco años y que sacó a la luz presuntas actuaciones ilícitas en el Centro Biomédico de Ferrara. Conconi y sus dos ex colaboradores no estaban en sí acusados de haber dopado a deportistas, sino de haber "controlado la salud" de los mismos y, con ello, "haber favorecido y facilitado la práctica de dopaje seguida por desconocidos". Un proceso con unas 60.000 páginas de actas procesales y que veían en las mismas los nombres de un gran número de notables deportistas, en especial ciclistas y esquiadores, que habrían acudido al Centro de Medicina Deportiva que Conconi tenía en Ferrara. Y donde, según dijo la fiscalía hace años en las audiencias ante el juez de investigaciones preliminares, se habría suministrado y facilitado los fármacos -en particular la eritropoietina (EPO)- a deportistas participantes en competiciones.
63 deportistas
Ya el 26 de enero 2001, el fiscal ferrarense Pierguido Soprani, que desde hacía años llevaba las investigaciones, para solicitar el procesamiento de Conconi y de algunos de sus colaboradores, presentó un acto ante el juez de investigaciones preliminares de Ferrara con los nombres de 63 deportistas que supuestamente se habrían sometidos a tratamiento. En la misma, entre otros, figuraban los nombres de los esquiadores Manuela Di Centa, Maurilio De Zolt y Silvio Fauner; los ciclistas Marco Pantani, Gianni Bugno, Claudio Chiapucci, Maurizio Fondriest, Eugeni Berzin, Guido Bontempi, Gianluca Bortolami, Gianni Faresin, Ivan Gotti, Francesco Moser, Bjarne Riis, Stephen Roche, Rolf Sorensen, Beat Zberg y Piotr Ugrumov; y el atleta Maurizio Damilano.
Algunos de estos nombres aparecieron tras un detallado estudio de la Fiscalía realizado con los datos encontrados por la policía en el ordenador del Centro de Estudios del profesor Conconi, en una carpeta denominada epo. En esta carpeta aparecían los nombres de 22 deportistas de élite -junto al del propio Conconi-. Junto a dichos nombres figuran los valores de hematócrito, hemoglobina y del receptor soluble de la transferrina, junto a una s o una n, que para la Fiscalía significaría si eran tratados o no con Epo.
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