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EL FUTURO POLÍTICO DE CATALUÑA

Piqué ofrece a Mas su abstención y pide a Maragall que haga lo mismo

Carlos E. Cué

El PP ya ha hecho su apuesta de Gobierno catalán. El presidente de este partido en Cataluña, el ex ministro Josep Piqué, llamó ayer al conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, para felicitarle por los resultados, y aprovechó para ofrecerle la abstención de su partido en la sesión de investidura. De esta forma, el PP se decanta por un Gobierno de CiU en minoría, que no pacte con Esquerra Republicana (ERC). Pero para que esa opción sea factible necesita el apoyo de los socialistas, ya que los 15 escaños de Piqué no le convierten en decisivo.

Por eso ayer el candidato del PP, tras anunciar públicamente esta oferta que le había hecho a Mas, pidió a Pasqual Maragall que siga su ejemplo para evitar que los independentistas de ERC entren en la Generalitat. Sin embargo, para los socialistas eso significaría renunciar a la posibilidad de formar un Ejecutivo entre los tres partidos de la izquierda (PSC, ERC e IC-V-EUiA), que gozan de una clara mayoría de 74 escaños, frente a los 69 que suman CiU y ERC.

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Piqué habló por la mañana, antes de llamar a Mas, con el secretario general del PP, Mariano Rajoy, quien apoyó esta iniciativa de decantarse hacia un Gobierno en solitario de CiU con el apoyo indirecto de los dos grandes partidos de implantación nacional. Según fuentes del PP, el presidenciable de CiU no vio con malos ojos esta opción que le evitaría el problema de tener que pactar con ERC.

Sólo hasta las generales

La oferta de Piqué, sin embargo, tiene una condición fundamental. Se trata de un apoyo sólo hasta las elecciones generales, previstas para marzo. Una vez se haya comprobado qué resultado obtiene cada uno en esos comicios -PP, PSOE y CiU- se producirá un reequilibrio y ese pacto temporal para la investidura de Mas debería ser revisado. El lunes, el candidato insistía en resaltar lo preocupante que resulta para él el ascenso de Esquerra y mostraba su confianza en que las elecciones generales devolvieran la "normalidad" a la situación política catalana.

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Además, Piqué exige al candidato de CiU que en esa investidura no haga "planteamientos radicales" ni proponga asuntos "incompatibles con el pacto constitucional", aunque no aclara si eso implica retirar la propuesta de reforma del Estatuto que Artur Mas ha colocado en todo momento como prioritaria para su formación.

Con esta oferta, según Piqué, los dos grandes partidos nacionales harían un "gran sacrificio" para evitar que un partido al que el PP llama "radical" tenga la llave de la política catalana. El ex ministro de Ciencia y Tecnología olvidó, sin embargo, mencionar que esta salida acabaría con cualquier posibilidad de lograr lo que Pasqual Maragall ha prometido durante toda la campaña: un pacto de los tres partidos de izquierdas; algo que, pese a la derrota del PSC, los números aún ofrecen como alternativa viable.

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