El 'fair play' contra la nieve
El técnico nórdico dice que habrían llevado el partido al norte de querer beneficiarse de un mal campo
Iñaki Sáez, de 60 años, se levantó ayer temprano. Descorrió las cortinas de su habitación y vio volar copos de nieve. ¿Qué pensó? "Que era bonito para la vista. Para lo otro no lo sé". Lo otro es el fútbol. Y una sombra de preocupación se extendió sobre la selección, que teme que la nevada sea su peor adversario si afecta al terreno de juego, que ayer por la mañana estaba mal. No irregular, pero sí con una hierba mortecina que no garantizaba la circulación fluida del balón. "Como el del Rayo Vallecano cuando llueve mucho", dijo un periodista español al pisarlo. El estadio Ullevaal, con capacidad para 25.000 aficionados, es un recinto moderno dotado de un sistema de calefacción bajo el césped.
Pero el miedo al fracaso alimenta las suspicacias. Y ayer Sáez las expuso cuando le preguntaron si cree que la calefacción será puesta en funcionamiento o no durante el encuentro. "Depende del fair play. En Europa todos somos del fair play y Noruega, que es un país superadelantado, no creo que se quede atrás". Pero tiene dudas. Incluso se enfadó ante la insistencia de los reporteros escandinavos sobre la importancia meteorológica en el desenlace de la eliminatoria. "Les veo muy preocupados por la nieve. ¿Es que no tienen confianza en su equipo? La nieve es incómoda para los dos, aunque es verdad que los noruegos están más acostumbrados a ella".
La desconfianza de los españoles proviene de una chanza del técnico nórdico, Nils Johan Semb, que manifestó el domingo, en Valencia, que iba a ordenar que no conectaran la calefacción. "Aquello fue una broma", dijo ayer Semb; "vamos a hacer todo lo posible para que el campo esté bien. Si hubiéramos querido beneficiarnos de uno en mal estado, nos habríamos ido a jugar al norte".
Sin embargo, un Sáez más tenso de lo habitual acabó admitiendo que las condiciones externas sí van a tener su importancia. "Si el campo está pesado y con barro, deberemos hacer valer más la fuerza y propondremos una solución más física. Pero el futbolista debe estar acostumbrado a todas las superficies".
Lo debería estar, pero no es así. Un jugador tan experimentado como Puyol reconoció ayer que nunca ha actuado sobre un terreno nevado a pesar de haber nacido en Viella, cerca de los Pirineos. "Cuando en mi pueblo nevaba, se suspendía el partido", declaró el defensa del Barcelona. Precisamente, él no es de los que se echan para atrás por unos copitos de más. "Estoy preparado para todo", declaró con firmeza; "para mí, sería un fracaso que España no estuviera en la Eurocopa de Portugal". Y la palabra "fracaso", considerada un tabú en otros tiempos en la selección, fue pronunciada dos veces en escasos minutos. También Albelda la utilizó para definir la posible eliminación española.
A algunos kilómetros de distancia, en otro hotel de Oslo, el combinado noruego había amanecido con mejores perspectivas. Olsen, el portero suplente y ex del Sevilla, lo expresó así: "Cuando me asomé a la ventana y vi la nieve, le dije a mi compañero de habitación: 'Los españoles estarán jodidos". Olsen se permitió incluso recurrir al español coloquial que aprendió en Sevilla para resumir cómo estará el terreno. "Regulín", advirtió el guardameta del Viking.
Muchos noruegos interpretan el intenso color blanco de la nieve como un símbolo de felicidad. No es el caso de Flo, el delantero del Siena, que prefiere jugar "con 20 grados de temperatura". "Pero, bueno, por esta vez prefiero el frío. Será una pequeña ventaja para nosotros", concluyó.
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