Guardia Civil y Policía Local de Sevilla intervienen 6.000 productos piratas y detienen a ocho distribuidores
La Guardia Civil de Sevilla y la Policía Local intervinieron el pasado fin de semana 6.000 productos pirata en dos mercadillos de la capital. La llamada operación Manta, se saldó, además, con ocho detenidos y el desmantelamiento de tres líneas de distribución.
Durante la intervención, realizada en la mañana del sábado en el mercadillo del Charco de la Pava, la policía requisó 2.259 discos de música, 157 de películas y 33 videojuegos. El domingo, en el barrio de Pino Montano, se intervinieron otros 2.537 soportes musicales, 708 de vídeo, 115 de cintas VHS y 74 DVD.
Los ocho detenidos son varones de entre 20 y 30 años. Todos han sido ya puestos a disposición judicial.
Según explicaron ayer los portavoces de la Guardia Civil y la Policía Local, el objetivo fundamental de la operación Manta era conocer y acabar con las líneas de distribución de los productos piratas. Aunque los requisamientos de material se llevaron a cabo en los mercadillos, las detenciones se realizaron fuera de ellos.
Tras esta operación conjunta, los dos cuerpos de seguridad han detectado en Sevilla y su área metropolitana cinco grupos de producción, distribución y venta de productos pirata.
El primero de ellos está formado por inmigrantes senegaleses y marroquíes que trabajan de forma jerarquizada, de manera que los que están en España en situación regular se valen de los irregulares para que vendan el material a cambio de no delatar su situación.
Otro grupo es de origen asiático, han sido los últimos en llegar a Sevilla y no venden los productos en mantas, sino directamente en bares y establecimientos públicos. Muchos de ellos llegan en autobús desde Madrid con el macuto cargado de discos, los venden y regresan a la capital.
Han sido los pioneros en cambiar las cajas de los compactos por fundas de plástico blando, con lo que consiguen reducir las dimensiones del soporte y transportarlos en pequeñas mochilas con las que pueden pasar inadvertidos.
Un tercer grupo está integrado por un núcleo familiar de alrededor de 50 personas del barrio sevillano de Los Carteros. Según la policía, hasta hace unos años se dedicaba a la venta ambulante de frutas y hortalizas pero, atraídos por la mayor rentabilidad del negocio de la piratería informática, ha cambiado recientemente de actividad.
Una situación parecida es la que se ha detectado entre los miembros del cuarto colectivo investigado por policía y Guardia Civil: antiguos contrabandistas de tabaco a escala media y semaforeros que aprovechan sus líneas habituales de distribución de cigarrillos para poner en el mercado los nuevos productos.
Por último, las agentes han investigado a algunos "espontáneos", en su mayoría desempleados o estudiantes que distribuyen productos piratas de manera ocasional.
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