_
_
_
_
Reportaje:

Grandes plumas, pequeños lectores

Anjel Lertxundi, Harkaitz Cano y Koldo Izagirre publican tres cuentos para niños en la Colección Batela

Los niños están de suerte. Tres grandes plumas de la literatura vasca como son Anjel Lertxundi, Harkaitz Cano y Koldo Izagirre acaban de publicar otros tantos cuentos infantiles en euskera. Son tres historias que toman vida combinando texto y dibujos y que han visto la luz al mismo tiempo bajo el sello de la Colección Batela, de la editorial Elkar.

De la imaginación de Anjel Lertxundi ya han salido antes relatos para niños. Ella, la imaginación, es la gran protagonista de su nuevo cuento, Brummm!, en el que un niño, con el simple gesto de apretar una caja de cerillas, empieza a vivir una aventura y escapa de la cotidaneidad sin salir de su casa, según explica el autor.

Pero el escritor viaja hasta la raíz a la hora de presentar su trabajo, ilustrado por Antton Olariaga. "Implícitamente demuestra que, en la sociedad de consumo en la que vivimos, lo más pequeño es suficiente para convertirse en el mejor juguete y poner en marcha la imaginación de los niños", precisa Lertxundi. "El exceso les castra y no deja que tengan su propia autonomía", añade.

En esta misma onda se mueve Harkaitz Cano, quien no duda en definir Itsasoa etxe barruan (El mar dentro de casa) como "una apología de la imaginación". Y es que el cuento relata la historia de un crío que convierte su cocina en un gran mar, aprovechando que la mitad baja de sus paredes está pintada de azul. "Imagina que es el borde del mar y juega en él, nada, bucea...", comenta el joven escritor, para añadir que es un ejemplo de cómo "un niño, con cosas muy pequeñas, puede crear sus propios mundos".

Itsasoa etxe barruan supone el estreno de Cano en el mundo de la literatura infantil, aunque posteriormente ha escrito otros dos cuentos para niños. "El primero es al que más cariño le tengo", apunta el escritor, quien se inspiró al ver jugar a un pequeño en un restaurante mejicano. "Tomé nota y pensé en la posibilidad de hacer un corto. Al final fue un cuento infantil y Mikel Valverde, el encargado de los dibujos, lo ha convertido de alguna manera en un corto", comenta.

El trío lo cierra Koldo Izagirre, quien también se adentra por primera vez en el relato para los más pequeños. Y lo hace con Anton Kaiku, un cuento ilustrado por Jokin Mitxelena en el que el escritor juega con la lengua, la metáfora y la ironía. El pequeño protagonista llega a un pueblo y hace todo aquello que le mandan. En su afán por cumplir las órdenes, toma las frases al pie de la letra, por lo que tiene más de un lío servido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La editorial está encantada. Batela es una colección para los primeros lectores, que con estos tres cuentos suma seis. "Esta vez hemos tenido la suerte de que tres pesos pesados de la literatura se han puesto a escribir para niños, algo que no se da muchas veces", subraya el editor Mitxel Murua.

La colección arrancó con Maripuzker, con texto de Mitxel Murua y dibujos de Mattin; Hiztegi jolastia (Diccionario juguetón), de Joxan Ormazabal y Elena Odriozola, y Amona Blasi eta herensuge-kumea (La abuela Blasi y la cría del dragón), de Txiliku y Tesa González.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_