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Reportaje:

La Alhambra viaja a Madrid

El museo de San Isidro acoge dos centenares de fotografías que muestran un siglo de este monumento granadino

La Alhambra, la joya del arte nazarí cuyo destello casi eclipsó la belleza de la ciudad de Granada, ha viajado a Madrid, al Museo de San Isidro. Allí está concentrada en la exposición Imágenes en el tiempo. Un siglo de fotografía en la Alhambra, 1840-1940, comisariada por Javier Pi-ñar con montaje del arquitecto Rodríguez Frade.

Esta muestra fotográfica -fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y el Patronato de la Alhambra y Generalife de la Junta de Andalucía- procede de la ciudad andaluza, donde recientemente causó impacto,habida cuenta del ascendiente icónico que el amurallado recinto cobra en el imaginario de la ciudad de Boabdil.

La exposición, que ocupa la planta alta del museo madrileño, incluye dos centenares de fotografías que arrancan de 1840 y abarcan hasta un siglo después, periodo en el cual la gran fortaleza granadina experimentó unos cambios de fisonomía del que sólo las cámaras, con la fidelidad de su homenaje a la luz y a la penumbra, han podido dar testimonio. Las imágenes dan cuenta de las múltiples restauraciones, delicadísimas y felices unas, zafias y desgraciadas otras, que el paisaje granadino, uno de los escenarios culturales más alterados por la acción humana en España, ha sufrido en aquel siglo.

Resulta emocionante descubrir junto a un dibujo de Lewis, pormenorizadamente trazado a plumilla, el relato gráfico que con su cámara hizo de los patios granadinos el mejor Charles Clifford, el mismo fotógrafo enamorado de Madrid que retratara a la fuente de Cibeles con sus caños listos para abastecer de agua a los trajineros del Prado. Esta proximidad de dibujo y fotografía evoca una simbiosis de un arte y del otro, aquel surgido del pincel y éste de la mixtura de la óptica y la química, las lentes y las emulsiones de sales de plata.

Conmueven las ingenuas composiciones de aquellos pioneros de la fotografía. Y la exposición también da cuenta del proceso de desarrollo técnico, con excelentes máquinas traídas del Museo de Ciencia y Tecnología. Entre ellas, una singular linterna mágica, con sus correspondientes placas de cristal fotografiado para transparentar sus umbríos contrastes.

Desde el punto de vista de los contenidos, la exposición madrileña señala el proceso casi natural experimentado por la Alhambra hacia el pintoresquismo orientalizante finisecular.

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La expansión industrial de la postal como soporte comu-nicativo condujo a formas de folclorismo con toques étnicos, tan de moda entonces. No obstante, las fotografías del propio Charles Clifford o de los laboratorios de Jean Laurent o de Hauser y Menet resultan evocadores de un gusto singular, donde sólo falta la torería para completar el tópico hispano.

La muestra, en su conjunto, destila conocimiento y delicadeza, como sugieren las referencias a la hidráulica y la vegetación del paisaje de la Alhambra.

Por la profusión de elementos del arte islámico, se echa de menos un tratamiento específico de algunos de los aspectos relacionados con esta cuestión. Pero es remarcable el esfuerzo que despliega este museo madrileño para activar sus exposiciones, después de una ardua tarea por desbrozar de relatos colaterales la narración de la historia de Madrid. Algunos de sus mejores hitos, desde los paleontológicos hasta los medievales, se encuentran en el Museo de San Isidro.

Por cierto, será este museo el que reciba los ricos vestigios del primer claustro de Los Jerónimos, de estilo isabelino, el mismo que tras la condenación de Boabdil el Chico y su destierro de su amada Alhambra imperó en el territorio granadino con un gótico flamígero que, pese a los esfuerzos del naciente imperio, nunca pudo alcanzar la dulzura de la filigrana nazarí, manifiesta en tantos rincones del paraíso granadino.

Hasta el 11 de enero.

Un siglo de fotografía en la Alhambra 1840-1940. Museo de San Isidro (plaza de San Andrés, 2). De lunes a viernes, de 9.30 a 20.00; sábados y domingos, de 10.00 a 14.00. Festivos cerrado.

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