Los profesores piden apoyo para atender a niños con discapacidad

Los profesores que atienden a niños con discapacidad necesitan el apoyo de otros colegas para que su tarea sea más eficaz. Entre las familias de estos alumnos, la mayor preocupación es la "falta de conexión" entre los estudios ocupacionales de FP y el salto definitivo a un trabajo que les garantice la independencia el día de mañana. Así lo revela una encuesta encargada por el Defensor del Menor de la Comunidad.

¿Y qué opinan los alumnos? Los chicos con discapacidad dicen estar satisfechos con sus profesores y la atención que reciben. Los sordos son los que más echan en falta tener compañeros en clase con su misma discapacidad. Todos estos datos se extraen de una encuesta entre profesores, alumnos, familias, orientadores (en total más de 2.600 participantes) de varios centros ordinarios y de educación especial de la Comunidad de Madrid. Este trabajo ha sido elaborado por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo, un equipo de investigación que dirige el catedrático Álvaro Marchesi.

El estudio revela la satisfacción general con el funcionamiento de los centros de educación especial y la buena marcha de la integración de los alumnos con discapacidad en colegios e institutos ordinarios. Pero también presenta algunas lagunas. Por ejemplo, el "desequilibrio" entre centros públicos y concertados: el 70,8% de los alumnos con discapacidad está matriculado en centros públicos. "Los concertados dicen que no tienen recursos para atenderlos, y sería deseable que los tuvieran, porque hay padres que tienen que separar a los hermanos en distintos colegios por esta razón", aseguró Marchesi.

Otro agujero a tapar es la formación de los profesores de secundaria, que aseguran no tener suficiente preparación para atender a estos chicos.

Las relaciones sociales que los niños con discapacidad mantienen en el colegio con sus compañeros ofrecen algunas de las cifras más preocupantes. El 45% de los alumnos de secundaria afirma que no juega con sus compañeros discapacitados, y un 60% no comparte sus estudios con ellos.

Sin embargo, los estudiantes consideran que los alumnos con discapacidad no impiden el aprendizaje al resto ni plantean problemas de convivencia en los centros ordinarios con programas de integración.

Con todo, según Pedro Núñez Morgades, defensor del Menor, la principal preocupación de las familias es la conexión de los estudios con el mercado laboral para estos alumnos y una efectiva coordinación de las políticas educativas y sociales. "Instaremos al Gobierno regional a que en los desarrollos de la Ley de Calidad se tenga en cuenta a estos alumnos", dijo Núñez Morgades.

La opinión recabada en los centros sobre la Ley de Calidad no es muy favorable. Coinciden en que las normas recientemente aprobadas no mejorarán la atención de los chicos con necesidades educativas especiales. Así opinan más del 77% de los profesores y el 90% entre los equipos de profesionales que trabajan con estos chicos.