Educación hará pruebas en junio para mantener la gratuidad

La Consejería de Educación andaluza, al igual que las de otras ocho comunidades autónomas que están gobernadas por el PSOE, ha anunciado que realizará los exámenes de recuperación de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) entre el 23 y el 30 de junio, una semana después de que terminen las clases.

La decisión, que se aplicará a partir del próximo curso, se ha adoptado después de que el Ministerio de Educación haya suspendido la promoción automática de los alumnos con alguna asignatura suspensa. La implantación de estas pruebas en junio, justo después de que finalice el curso escolar, ha provocado las protestas de colectivos como la Federación Andaluza de Centros de Enseñanza Privada (Cece-Andalucía) y la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (Apia).

"Las pruebas en septiembre producirían una mayor fractura social", dice Martínez

"Esta decisión sólo responde a cuestiones políticas, no tiene ninguna base pedagógica y perjudica a los alumnos", afirma Cece a través de un comunicado. Mientras que para la Apia, se trata de "una aberración pedagógica", como apunta Agustín Pérez Morán, profesor de Lengua y Literatura y delegado de Apia en Cádiz.

La consejera de Educación, Cándida Martínez, aclara que estas pruebas extraordinarias se realizarán por primera vez en junio de 2004 y en cumplimiento de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE). "No ha habido ningún enfrentamiento con el Ministerio de Educación. Sobre este tema se ha armado un gran revuelo. Nueve comunidades autónomas nos hemos puesto de acuerdo para realizar estas pruebas extraordinarias en junio, pero ha sido una decisión meditada para acatar la LOCE y teniendo en cuenta importantes factores", comenta la consejera.

Según Cándida Martínez, existe tres razones que respaldan la puesta en marcha de esta medida: "La ley se basa en el principio de evolución continua y, por tanto, esa prueba extraordinaria no es un examen y hay que entenderla en ese contexto. Es un elemento más y cada equipo educativo decidirá los alumnos que pueden presentarse y también que tipo de prueba se les realiza; si es oral, escrita o se trata de un la realización de un trabajo". La segunda razón en la que Martínez fundamenta su decisión es que se trata de educación obligatoria y gratuita. "Si las pruebas se plantean en septiembre, algunos estudiantes acudirían a las clases particulares, pero habría otros que no podrían por problemas económicos; lo que produciría una mayor fractura social".

La última razón que esgrime la consejera es "la propia organización del curso escolar". "Si convocamos las pruebas para septiembre no podremos empezar el nuevo curso el 15 de septiembre, como establece la LOCE. Tanto las aulas, como los profesores estarían ocupados hasta que finalizase todo el proceso", añade Cándida Martínez.

"Deberían de haber consultado con los profesores antes de tomar una decisión así. Los políticos, aunque algunos sean profesores, llevan muchos años sin dar clases y no están en contacto con los problemas reales", comenta Agustín Pérez Morán.

"Está claro que lo que ha querido hacer la Consejería de Educación andaluza, así como las de las otras comunidades gobernadas por el PSOE que han secundado esta decisión, ha sido poner una zancadilla a la LOCE; es decir al Partido Popular. A los profesores, sin embargo, nos mueve una cosa que se llama conciencia profesional y no podemos comulgar con ruedas de molino", asegura el delegado de Apia.

Para Cece-Andalucía, realizar estas pruebas en septiembre reportaría una serie de ventajas como "el que las familias puedan implicarse activamente en el desarrollo escolar de los hijos, ya que el periodo vacacional lo permite. También supone un tiempo de maduración personal para el alumno, sobre todo en la adolescencia", afirma la federación.

Por otra parte, la consejera de Educación precisó que los alumnos de 4º curso de la ESO que terminen con uno o dos materias con calificaciones negativas podrán obtener el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria; siempre que esas materias no sean ni Lengua, ni Matemáticas y que estén de acuerdo padres y profesores.