Interior impone 30 multas diarias por velocidad en la autopista A-8 en Bilbao

El Departamento de Interior del Gobierno asegura que el pasado año impuso casi 30 multas al día por exceso de velocidad en la autopista A-8 a su paso por Bilbao. El Ejecutivo niega que no se controle la velocidad en esta vía, como aseguran los conductores e incluso la Diputación de Vizcaya. La institución foral ya acusó a Interior sobre este hecho hace dos años y, aunque ahora elude comentar la situación, en privado se admite la falta de control. El número de accidentes, la causa de los frecuentes atascos, aumentó en 2002 un 15% y se llegó a casi dos siniestros por día.

La limitación de velocidad en el principal acceso a Bilbao se implantó en 1997, a través de una red de radares en la autopista entre los túneles de Malmasín y el centro Max Center, por un lado, y Leioa, por el otro. La iniciativa era inédita en España y reducía la velocidad permitida de 120 kilómetros por hora a 80. Entonces, los resultados fueron espectaculares porque, según las estadísticas del Departamento de Interior, en el primer año cayó a casi la mitad el número de accidentes: 460 en 1997 frente a los 883 registrados en 1996. También se redujeron el número de vehículos implicados (993 frente a 1.841), los muertos (tres frente a cinco), y los heridos graves (17 ante 35) y los leves (113 en 1997 y 211 en 1996).

Pero a partir de 1998, salvo las bajadas en 2000 y 2001, el número de siniestros ha aumentado y el pasado año se alcanzaron los 700. En el primer semestre de 2003, Interior ha contabilizado 348, con lo que se mantienen niveles similares a 2002.

La Diputación de Vizcaya ya acusó en 2001 a Interior de no controlar la velocidad, negligencia que sitúa desde 2000. El Departamento de Obras Públicas aseguraba entonces que las cámaras filman el paso de vehículo pero que luego no se recogían las cintas. Un hecho que ha sido observado por los automovilistas "y por lo que ha aumentado la velocidad", aseguraba el anterior diputado foral José Félix Basozabal.

Eusebio Melero, nuevo titular de Obras y Transportes en Vizcaya, no realiza comentarios cuando se le inquiere sobre esta cuestión. Pero, en privado, los responsables del departamento mantienen que no se controla la velocidad en toda la A-8 en Bilbao, salvo en el tramo entre Cruces y el Max Center.

Conductores habituales de la A-8 consultados por este diario aseguran que casi siempre circulan a más de 80 kilómetros por hora sin haber recibido ninguna denuncia. "Y no conozco a nadie que le hayan puesto una multa en los últimos años", es el comentario coincidente. "Dicen que la Ertzaintza no puede andar mirando las cintas con todas los coches que pasan", dicen varios automovilistas.

Interior discrepa: "No es cierto, nos remitimos a los datos", asegura un portavoz oficial. El Departamento sólo ha aportado el dato global de denuncias tramitadas por la Dirección de Tráfico en 2002 -aunque este periódico solicitó las estadísticas desde 1997-, y asegura que fueron 10.142. Esa cifra supone cerca de 28 multas diarias por exceso de velocidad.

Los datos aportados por el Servicio de Estadística de la Dirección de Tráfico entre 1996 y 2002 destacan el descenso "en un 20%" de los accidentes. De los 883 de 1996 se ha pasado a los 700 registrados el pasado año. Sin embargo, desde 1997 -con la implantación de los radares-, el número de siniestros ha crecido un 52%. Interior destaca que en los últimos siete años el número de vehículos que circulan por la A-8 a su paso por Bilbao ha aumentado en un 25%.

"Cualquier comentario sobre los accidentes en la A-8, en la zona de radares, debe tener en cuenta que por este tramo de carretera, en los sitios más saturados, circulan diariamente en torno a los 130.000 vehículos, lo que le convierte en el vial con mayor densidad de tráfico de toda la CAPV (Comunidad Autónoma del País Vasco)", precisa el portavoz del Departamento de Interior.

El informe de Tráfico señala que uno de cada tres accidentes en la A-8 se localiza en tres zonas concretas: Cruces, las curvas de Zorroza y el viaducto de Sabino Arana. El último trimestre del año es el más problemático, con el 30,3% del total de siniestros, frente al 21% registrado en los meses de julio, agosto y septiembre. "Los peores días son los anteriores y posteriores a festivos".

El estudio destaca que casi seis de cada diez accidentes ocurrieron con buen tiempo. "La distracción, con el 27%, y la velocidad inadecuada, con el 17% son los factores concurrentes más comunes".

Además, el Departamento de Interior resalta que entre 1996 y 2002, el 5,4% de los percances automovilísticos en la A-8 se debió al "mal estado del conductor por ingestión de alcohol y drogas".