Henri Mendras, sociólogo

El sociólogo francés Henri Mendras falleció el martes 5 de noviembre. Nacido en 1927 en la localidad francesa de Boilogne Billancourt, fue una de las principales figuras de la "joven sociología francesa", que comenzó a emerger a finales de la década de los cincuenta. Dedicó su vida a la enseñanza, actividad que fue particularmente fecunda en el Institut d'Etudes Politiques de París, donde él había estudiado.

Pero su huella más profunda la ha dejado como investigador y escritor. Fue en Estados Unidos donde descubrió su vocación de sociólogo del mundo rural. Años después de su regreso a Francia, creó un grupo de estudio sociológico del mundo rural que se distinguió por sus numerosas investigaciones sobre las diversas facetas de un mundo en mutación. Sus trabajos sobre la introducción del maíz híbrido, entre otros, se han convertido en clásicos y han cambiado nuestra visión sobre la innovación.

En 1967, publicó La Fin des Paysans, un libro de enorme impacto, que generó mucha polémica y tuvo un gran éxito de ventas. Constituye todavía el punto de partida de toda reflexión sobre la revolución del mundo rural francés. Fue llamado, con Georges Vedel, para formar una comisión y para redactar un informe que puso en cuestión toda la política agrícola de la época.

Después de 1968, Henri Medras se alejó del mundo rural para interesarse cada vez más en los problemas asociados a las sociedades modernas. Dos de sus libros han marcado nuestra época, La sagesse et le désordre, de 1980, y La seconde Révolution Française, 1965-1987, de 1994. Fundó y dirigió el Observatoire Sociologique du Changement Social, que puso en marcha un método científico de análisis de los cambios sociales. Gracias a su talento y a su impulso pudo aplicar este método en otros países europeos y desarrollar análisis comparativos. También hay que resaltar que formó parte del pequeño núcleo de profesores que renovó profundamente la enseñanza de la sociología y de las ciencias políticas. Mendras cultivaba una imagen de prudencia, se distanciaba de las querellas y se centraba en la reflexión. En 1955 publicó un libro de humor sobre su profesión, Comment devenir sociologue. Souvenirs d'un vieux mandarin.-