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Detectado el quinto caso de cáncer infantil en un colegio de Valladolid

Los expertos niegan que los tumores tengan relación con la existencia previa de antenas

El diagnóstico de un quinto caso de cáncer infantil en tres años ha reavivado la alarma en el colegio García Quintana de Valladolid. La víctima es un niño de ocho años que sufre linfoma de Burkitt, un tumor que se desarrolla muy rápidamente, pero que responde bien a la quimioterapia. Un juez ordenó la retirada de un grupo de unas 30 antenas cercanas al colegio en marzo de 2002, por lo que la presidenta de la Sociedad de Oncología Pediátrica, Purificación García-Miguel, descarta que haya relación entre el tumor y sus emisiones.

La noticia se ha producido apenas tres semanas después de que el juzgado de instrucción número 2 de Valladolid tomara el acuerdo de sobreseer la denuncia presentada dos años antes por la Asociación de Padres y la Fiscalía para que se investigara la relación entre las antenas que estuvieron instaladas en su día en el tejado de un edificio próximo al citado colegio, en pleno centro de la ciudad, y la aparición de tumores malignos entre los escolares. Una de las niñas, Carla D., de siete años, falleció de leucemia el pasado 10 de abril.

Los casos anteriores fueron tres leucemias y un linfoma de Hodgkin. El linfoma de Burkitt es de otro tipo y tiene una causa desconocida, explicó García-Miguel. Este tipo de tumor crece muy rápidamente (el número de células se duplica cada 24 horas), por lo que lo más probable es que "haya comenzado hace menos de un mes", explicó la oncóloga.

Diez veces más

La incidencia de cáncer infantil en España es de 132 casos nuevos anuales por cada millón de niños menores de 15 años, según la Fundación Española de Oncología Pediátrica. La tasa actual de supervivencia es de el 70%. En el linfoma de Burkitt pasa del 90% si se empieza a tratar pronto con quimioterapia, aclara la presidenta de los oncólogos infantiles. Con unos 500 alumnos, la tasa de casos de cáncer en el colegio público García Quintana multiplica 20 veces la media.

El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Juan Represa, que vive en Valladolid, insiste en que esto demuestra que "tiene que haber otra causa que no sean las antenas". "Además las antenas no eran de telefonía móvil, sino de radioenlace para la fija. Por eso estaban en un edifico tan alto y mirando hacia otra antena", comenta. "Ni siquiera emitían hacia el suelo, y su intensidad era 100 veces menor que la máxima recomendada. El problema de señalar una causa [las antenas] es que, si te equivocas, la causa sigue ahí", añade el experto.

La Junta de Castilla y León reunirá la próxima semana al Comité de Expertos que estudió en su día la posible relación entre las antenas de telefonía y la aparición de cánceres en el colegio García Quintana. En una apresurada rueda de prensa, convocada horas después de que se conociera este nuevo tumor, el director general de Salud Pública autonómico, José María Arribas, intentaba tranquilizar a la población y a los padres de alumnos en particular, señalando que esta patología no guarda relación con la presencia de antenas. Arribas afirmó que la incidencia de este tipo de dolencias suele estar "condicionada a factores genéticos, inmunitarios o ambientales". En un intento de tranquilizar a los padres, el responsable sanitario recordó que "las patologías tumorales no son enfermedades transmisibles", por lo que no son contagiosas.

Centro escolar seguro

El director de Salud Pública fue rotundo al afirmar que, mientras los expertos no encuentren otra causa, "los niños escolarizados en el colegio están tan seguros en él como en cualquier otro de la comunidad autónoma". No obstante, los responsables de la Consejería no ocultaron su preocupación por la situación y ofrecieron a los responsables del colegio todos los medios a su alcance para "determinar el grado de relación existente entre este nuevo caso de tumor infantil y los cuatro anteriores".

Aunque ayer la situación en el García Quintana era de absoluta normalidad, la presidenta de la Asociación de Padres Afectados, Margarita Álvarez, dijo sentir "mucha rabia" por no saber "si la aparición de este quinto caso puede tener alguna relación con los anteriores". Álvarez prefirió no descartar "nada, porque hasta ahora nada se ha estudiado".

También César Balmori, presidente de la Asociación de Vecinos Afectados por las Antenas, insistió en la necesidad de estudiar a fondo la posible relación entre las antenas y los cinco tumores detectados en los últimos años entre los alumnos del García Quintana.

Entrada de alumnos al colegio público García Quintana, de Valladolid, en enero de 2002.
Entrada de alumnos al colegio público García Quintana, de Valladolid, en enero de 2002.AGUSTÍN CACHO

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