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La Comisión Europea desautoriza a Berlusconi en su apoyo a Putin

Fuentes de la UE acusan al presidente de turno de "decir tonterías"

Bruselas desautorizó ayer con firmeza a Silvio Berlusconi al calificar oficialmente de "personales" las manifestaciones del presidente de turno de la Unión Europea (UE) sobre la crisis en Chechenia a favor de la línea de Vladímir Putin, el presidente ruso, y en violación de las posiciones mantenidas por la Unión. En privado, fuentes de la Unión Europea fueron mucho más duras al acusar al primer ministro italiano de "decir una tontería tras otra" y de "no tener ninguna credibilidad".

El portavoz de Silvio Berlusconi, Paolo Bonaiuti, intentó desviar hacia Romano Prodi y la UE la responsabilidad de la enésima crisis abierta por la locuacidad e incoherencia del presidente del Gobierno italiano. "La toma de distancia del portavoz de la UE llega 24 horas tarde", declaró Bonaiuti. "Demasiado cómodo. Quien no estuviera de acuerdo [con las palabras de Berlusconi] podía hablar en aquel mismo momento, aceptando una discusión con Putin", dijo. En realidad, la toma de distancia se produjo el mismo jueves, inmediatamente después de que Berlusconi efectuara su extraordinaria e inesperada defensa de la política de Putin respecto a Chechenia y la petrolera Yukos. Prodi precisó que la Unión no compartía los puntos de vista del dirigente italiano y seguía "preocupada" por la situación en Chechenia.

En privado, fuentes de la UE manifestaron que la ruptura del consenso político sobre Chechenia pone en evidencia que, "si la UE quiere tener un papel fuerte en la escena internacional, no puede seguir con la presidencia rotatoria", que en este semestre ocupa Italia. "No compartimos el punto de vista del primer ministro Berlusconi ni sobre la situación en Yukos ni sobre la situación actual o pasada de Chechenia", señaló en Bruselas Reijo Kemppinen, portavoz de Prodi. Berlusconi reconoció haberse erigido en abogado defensor de Putin, cuya política de tierra quemada en Chechenia ha sido repetidamente condenada por el Parlamento Europeo y equiparada con crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Sin querer ser identificadas, otras fuentes arremetieron contra "la erupción de espontaneidad" de Berlusconi, que se "olvidó de que representa a la UE, de que hay una política consensuada sobre Chechenia".

Berlusconi siente una gran debilidad por Rusia, puesta de manifiesto en repetidas ocasiones, que le ha llevado a pedir en solitario la entrada del gigante euroasiático en la UE. "Estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera por complacer a Putin", señalan las fuentes. El presidente de turno de la UE aceptó el deseo del ruso de introducir en el comunicado final una referencia a Chechenia acompañada de otra a los países bálticos. La Comisión estimó inaceptable equiparar la intervención militar de Moscú en la república caucásica con los problemas que padece la minoría rusa en los bálticos y optó por dejar caer del comunicado toda referencia a Chechenia. A juicio de estas fuentes, "si lo hubiese dicho otro líder, podría tener más trascendencia, pero Berlusconi no tiene ninguna credibilidad", dicen.

Todos los partidos del centro y la izquierda italianos expresaron su bochorno. Los Demócratas de Izquierda subrayaron que "la superficialidad" con que Berlusconi había hablado de "la trágica guerra chechena" había herido la sensibilidad europea: "Por desgracia, debemos constatar que el presidente del Gobierno no comprende su responsabilidad como presidente de turno de la UE", dijeron en una nota.

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No era la primera vez que Berlusconi rompía las normas de comportamiento en una reunión europea. En el Europarlamento llamó "jefe de campo de concentración" al líder del grupo socialista, y la última vez que se reunió con Prodi en Bruselas dedicó buena parte de su intervención ante la prensa a hacer chistes sobre Marx. La presencia de Prodi exacerba su tendencia al espectáculo. El presidente de la Comisión es su principal enemigo político en Italia, y muy probablemente será su gran rival en las elecciones de 2006. Berlusconi ha intentado desacreditar a Prodi fomentando, a través de su imperio de comunicación, acusaciones de presunta corrupción, basadas en testimonios comprobadamente falsos. Y cuando está junto a él hace cualquier cosa con tal de acaparar el protagonismo.

Vladímir Putin (izquierda) y Jacques Chirac, en la entrada del palacio del Elíseo, ayer en París.
Vladímir Putin (izquierda) y Jacques Chirac, en la entrada del palacio del Elíseo, ayer en París.EFE

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