Las izquierdas proponen que la prioridad sea reforzar el Estado de bienestar
La política social es la gran prioridad de la izquierda ante la próxima legislatura y el debate de ayer lo volvió a poner de manifiesto, aunque con matices. Mientras que el socialista Pasqual Maragall y el ecosocialista Joan Saura pusieron todo su énfasis en reclamar una mejora del Estado de bienestar y de los servicios públicos, el independentista Josep Lluís Carod centró su atención en la mejora del sistema de financiación y en la creación de un espacio social catalán. "Sin vino no puede decirse misa", afirmó el dirigente independentista.
Con esta diferencia en el acento de las prioridades -el PSC e ICV también exigen mejorar el sistema de financiación-, Carod se situó equidistante entre el resto de la izquierda y el convergente Artur Mas, quien también situó "un buen sistema de financiación" como gran requisito previo de la política social.
Mas y Carod reclaman que la Generalitat gestione la entrada de inmigrantes en Cataluña
Al hilo de esta reflexión y ante la evidencia de que el debate estaba llegando a su fin, el candidato nacionalista emplazó con vehemencia al líder de Esquerra a definir su futura política de alianzas. "Lo que nunca haremos será entregar la presidencia de Cataluña a un partido que depende del PSOE", dijo en medio del debate sobre política social. Carod le respondió que él aspira a presidir el Gobierno y que querría un Ejecutivo de "todos los partidos de tradición democrática" que excluya únicamente al Partido Popular.
Mas admitió que la política social del Gobierno catalán ha tenido déficit, pero los justificó por el sistema de financiación autonómico. A su juicio, el nuevo modelo ha permitido impulsar ahora nuevos programas, coincidiendo con el tramo final de la legislatura.
Maragall y Saura insistieron en las debilidades del Estado de bienestar en Cataluña. El candidato socialista recalcó que el "programa social" es su auténtica prioridad de gobierno y lo vinculó al "nuevo catalanismo", que busca que los ciudadanos se sientan "orgullosos" de su país gracias a la calidad de sus servicios públicos. "El programa social es la prioridad del cambio", afirmó Maragall, quien añadió que el fundamento de la identidad debe residir en la "dignidad de los servicios públicos".
Joan Saura subrayó que la política de gobierno de Convergència i Unió (CiU) "rompe la igualdad de oportunidades". Y añadió: "No existe la igualdad de oportunidades, depende de la clase social y del territorio". El presidente de Iniciativa puso como ejemplo la operación para implantar una prótesis de rodilla: "O te esperas dos años en la sanidad pública o tienes un millón de pesetas", afirmó. Mas le contestó que el tiempo de espera en este caso ha pasado en seis años de 21 a 12,8 meses.
Josep Piqué estuvo muy poco activo en el bloque social y fue el que hizo menos uso de la palabra. En su primera intervención se limitó a citar los problemas que los ciudadanos consideran más importantes en las encuestas y en la segunda habló de la inmigración, que centró el debate en el tramo final. Piqué acusó a la izquierda de reclamar en el pasado "papeles para todos" los inmigrantes y defendió la política del Gobierno del PP.
Mas y Carod volvieron a coincidir en la petición de que Cataluña pueda dirigir los flujos inmigratorios y el ritmo de llegada a esta comunidad, algo que Maragall consideró muy complejo incluso para el Gobierno central. El líder del PSC dijo que lo prioritario en este ámbito es garantizar "escuelas dignas y barrios seguros" y criticó la lentitud del despliegue de los Mossos d'Esquadra. Saura pidió que no se recorten los "derechos inherentes" de las personas, tengan éstas o no la documentación en regla.
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