Maragall dice que la nueva Generalitat no hará "más grande la bandera"

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que su gobierno se dedicará "básicamente a apoyar a los ciudadanos" en lugar de centrarse en "hacer más grande la bandera". Maragall, que participó en un mitin en Terrassa (Barcelona), contrapuso su catalanismo vinculado al "programa social" con el nacionalismo de CiU y acusó a la federación nacionalista de haber roto la unidad en la celebración de la Diada del 11 de septiembre.

Este gobierno que Maragall aspira a presidir pondrá en el centro de su actuación los programas sociales para construir un "nuevo catalanismo" integrador que tenga su razón de ser en los buenos servicios públicos, según insistió ayer en Terrassa.

A pesar de que el líder socialista suele referirse a sus adversarios políticos sólo a cuentagotas, Maragall aludió ayer al vídeo promocional de la campaña de CiU para marcar distancias nítidas entre los proyectos que para Cataluña tienen socialistas y convergentes. En el vídeo de CiU aparece una bandera de Cataluña gigante, sobre la que ayer Maragall ironizó comparándola con la polémica bandera española que el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, colocó en la plaza de Colón de Madrid y que levantó ampollas entre los nacionalistas catalanes.

"La nueva Generalitat no se dedicará sólo a hacer más grande la bandera, sino básicamente a apoyar a los ciudadanos", afirmó el candidato del PSC. Y añadió: "Una bandera tan grande no me gusta porque a su lado los catalanes salen demasiado pequeños". Su referente, recalcó, es el millón de personas que salió a la calle con banderas normales -no gigantes- el 11 de septiembre de 1977. El líder socialista, que hace meses que insiste en cambiar el formato de la Diada, reprochó a CiU que hubiera puesto punto final en su día a la manifestación unitaria que agrupaba a todos los partidos catalanes. "¡Esto no se lo perdono!", lanzó.

Maragall volvió a insistir en la estrecha colaboración entre CiU y el PP en los últimos años -en Cataluña y en Madrid-, a pesar de la aparente paradoja de que ambos partidos son nacionalistas de distinto signo. Su propuesta de "catalanismo integrador" -el miércoles habló de "un catalanismo con acento andaluz, extremeño o asturiano"- incluye un proyecto regeneracionista para toda España: "Todos los pueblos haremos la España plural que siempre hemos deseado", afirmó, y se refirió a ella como "patria".

El "programa social" se encuentra en el centro mismo de este catalanismo que según su diseño debe proporcionar a los ciudadanos el "orgullo" de sentirse catalanes. Ayer clamó que "se mataría por escuelas dignas y barrios seguros", pero puso un énfasis especial en las medidas de apoyo a la familia, como la creación de guarderías.

A pesar de que tradicionalmente ha sido la derecha la que más se ha presentado como protectora de la familia, el líder socialista insistió en que la política de CiU en los 23 años de pujolismo ha hecho muy poco al respecto y que, en consecuencia, Cataluña está en la cola de los índices europeos de natalidad: Según Maragall, "lo único que Pujol ha hecho estos años por la familia es predicar". Por la mañana, el candidato socialista paseó por el barrio del Raval de Barcelona, al que consideró un ejemplo de "diversidad social, cultural, lingüística y étnica".