CiU acentúa sus críticas a ERC para recuperar parte del voto nacionalista
A CiU no le cuadra la aritmética parlamentaria. La suma de sus diputados y los de Esquerra Republicana (ERC) no da siempre la cifra mágica de 68, la que permitiría formar un Gobierno de signo nacionalista, según los sondeos encargados por la propia CiU. Ante este incierto panorama, Artur Mas ha acentuado en los últimos días sus críticas contra la formación independentista de Josep Lluís Carod, para arrebatarle parte del voto nacionalista. Mas insiste en apelar al voto útil, consciente de que el reparto de escaños por la Ley d'Hont beneficia a los partidos con más apoyo en las urnas.
Las encuestas internas que maneja la federación nacionalista sitúan la suma de CiU y ERC en una horquilla, que oscila según los días, entre 66 y 68 diputados. Según estos sondeos, los republicanos registrarían un ligero descenso en intención de voto, hasta situarse entre los 17 y los 18 diputados. Mientras, CiU mantiene su apoyo electoral y obtendría entre 49 y 50 escaños. Unos resultados que no invitan a la tranquilidad y ni mucho menos a confiarse.
Un diagnóstico demoscópico que no concuerda con otros sondeos publicados, en los que el socialista Pasqual Maragall saldría victorioso el 16-N y se situaría a una cierta distancia de CiU. Sea como fuere, Artur Mas repite en sus mítines que la victoria será "reñida", que se decidirá en el "último minuto", por lo que apela a la total movilización del electorado.
A golpe de encuesta, el candidato nacionalista cambió en la noche del miércoles el rumbo de su discurso y los republicanos se convirtieron en el principal destinatario de sus puyas. "Cómo se come que un partido que continuamente habla de la independencia [ERC] se plantee entregar Cataluña a un partido político de Madrid [PSC]", soltó Mas en Torroella de Montgrí (Girona). Mas exhortó a los dirigentes de ERC a "abrir los ojos" y reconocer que el PSC ha sido el que con más "brutalidad" ha intentado recortar la autonomía de Cataluña.
Mas insiste en advertir que los republicanos entregarán la llave de la presidencia de la Generalitat a Maragall. Por tanto, si se trata de elegir entre "Cataluña y un partido subordinado a los poderes políticos de Madrid", el candidato reclama el "voto útil" para su formación. Pero si CiU aspira a gobernar con ERC, ¿por qué arremete contra esta formación política? Primero para comerse parte de su electorado pero sobre todo porque la Ley d'Hont beneficia siempre a los partidos políticos más votados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.