Al maestro que siembra
La Fundació Soler i Godes expone, por primera vez en un gran espacio, una muestra del pedagogo castellonense
"¿Qué no podéis hacer vosotros con la cantidad de material que ahora tenéis?". El maestro Enric Soler i Godes hizo esta reflexión cincuenta años después de "sacar" el primer número de la revista Sembra. Entonces, los carteles de la guerra adquirieron para el maestro de un pequeño pueblo de la provincia de Castellón un valor incalculable: con ellos se podían hacer libretas. Sembra fue una de las primeras revistas escolares. En los números que todavía se guardan, muchos de ellos en manos de la Fundació Soler i Godes, aparecen escritos e ilustraciones de los alumnos del "maestro".
El centenario del nacimiento de este castellonense ha servido para que, por primera vez, la exposición itinerante que recoge parte del material que usaba se exhiba en un gran espacio, el Museu de Belles Arts de Castellón. Hasta ahora, la muestra había pasado por escuelas, la universidad, diversos centros, pero nunca había llegado al "gran público".
La exposición fue diseñada por la Fundación que lleva el nombre del maestro y que está integrada por la Universitat Jaume I, El Ayuntamiento de Castellón, la Diputación y por Juan Enrique Soler Patiño, heredero de Enric Soler i Godes. Con ella se pretende cumplir el objetivo de rendir un homenaje a quien, aplicando las técnicas de otro maestro de pueblo, el pedagogo Célestin Freinet, llevó la imprenta al colegio y "burlando la ley, mantuvo el valenciano en la escuela", tal como dijo él mismo. Así, se recoge una muestra de su tarea educativa y sus aportaciones tanto didácticas como metodológicas. La historia del Movimiento de Escuela Cooperativa y los dibujos de los niños de las décadas de los 30 y 40, esta vez impresos en grandes formatos, integran también la muestra.
En las vitrinas del Museu se encuentran, desde ayer, una pequeña imprenta que Soler utilizó para la elaboración de Sembra, así como tintas y tipos de letras con las que los niños aprendían a leer. Ejemplares de la revista y de otros centros, con los que el maestro realizaba intercambios y mantenía correspondencia, así como documentos de los propios maestros y aquellas "libretas de guerra".
Con todo este material, y otro muchos elementos con los que cuenta la fundación, se pretende insistir en lo que congresos de maestros e instituciones como la Unesco proclaman: "Enseñad a los niños en su lengua". Enric Soler i Godes ya lo hacía.
El que fue secretario ejecutivo de la fundación y hoy colaborador de la misma, Hermini Segarra, apunta tres ejes como los más destacados y fundamentales de la figura del maestro: La constante dedicación a la escuela; la renovación continua; y la participación en todos los movimientos de cooperación. "Sería perfecto que todos los maestros mantuvieran su línea", señala.
La celebración del centenario del nacimiento de este castellonense tendrá otras citas importantes. La fundación ha recopilado en un CD poesías de Soler y, en otro, se han recopilado las canciones que los niños entonaban en aquellas primeras colonias escolares en Sant Pau, de Albocàsser. Éstas están interpretadas por los actuales alumnos del colegio público Juan Carlos I de Almenara, que recibirá el premio anual de la fundación, al igual que lo harán Vicent Pitarch y, en este centenario, al Moviment Cooperatiu d'Escola Popular, que desarrolla un proyecto muy cercano al que aplicaba Soler y que también ha hecho suya una cita de Joan Lluís Vives que profesaba el maestro: "La lengua es uno de los principales fundamentos de toda la sociedad humana".
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