Recursos limitados

Vaya por delante mi reconocimiento al trabajo de los profesionales de la sanidad pública y, en esta ocasión, muy especialmente a los profesionales que se dedican a la atención primaria. Justo es empezar de esta forma porque esto es lo que expresé ante los asistentes al reciente Congreso de Primaria, señalando, además, que entendía la reivindicación de la plataforma a favor de los 10 minutos por visita como una demanda que honra la profesionalidad del colectivo.

Lo que dije también, aunque con otras palabras, es que no creo que la cuestión radique en el reloj, porque coincidirán conmigo en que no todos los pacientes son iguales. En este sentido entiendo que, si no se trata de cronometrar, lo que se precisa es que todos juntos trabajemos para conseguir retornar a los profesionales la capacidad de gestión suficiente para organizarse mejor.

Digo todos juntos, que quede claro, porque no dimito de la responsabilidad que me corresponde. Y es aquí donde, además, también señalo que los recursos no son ilimitados, ni para la sanidad ni para la educación, por más que se trate de dos derechos fundamentales para los que el Gobierno catalán dispone de los presupuestos más importantes. Sería irresponsable, incluso en época electoral, hablar de recursos sin fin. Queremos seguir avanzando en la mejora del sistema y para ello destinaremos más recursos. Más recursos, sí, pero para hacer más de lo mismo, no.

Si de lo expuesto lo único que se deduce es que el consejero de Sanitat acusa a los profesionales de primaria de no saber organizarse y que para aumentar el presupuesto de sanidad debe reducirse el de educación, es que la capacidad pedagógica no ha funcionado o que el discurso pronunciado no ha sido leído en su totalidad. Les invito a leerlo en la web del departamento para que se entienda que, justamente, se trata de una invitación a la reflexión y a la participación para encontrar fórmulas que nos permitan mejorar el sistema, un sistema que, pese a todo, consigue ser el referente de ciudadanas y ciudadanos, de tal forma que sus demandas crecientes -la oferta, la buena oferta, genera demanda- obligan a los profesionales y la Administración a este ejercicio continuado para estar a su servicio.