Contrato y multas de enamoramiento
En Brasil, según el nuevo Código Civil, una pareja que lleve cuatro años juntos, aunque vivan en casas separadas, pueden considerarse casados ante la ley. Ello ha llevado, tanto a gente famosa como a los comunes mortales, a prevenirse con un contrato privado, por lo que se refiere los bienes patrimoniales de ambos, al que se le ha empezado a llamar "contrato de enamoramiento". Todo ello para evitar sustos si se rompe el noviazgo y una de las partes pretende exigencias económicas de la otra. En el contrato se dice que aunque la pareja vive junta no tienen la intención de constituir una familia. La arquitecta Bia Barros, de 37 años, es una de las mujeres que han hecho ese "contrato de enamoramiento". Dice que sus amigos se ríen de ella por empezar un noviazgo con esa desconfianza. Ella responde: "Puede ser verdad, pero es también una forma de preservar mi patrimonio". Sin embargo, el abogado Luiz Kignel, miembro del Instituto Brasileño de Derecho de Familia, comenta que si para realizar una unión de esas, fuera del matrimonio convencional, son necesarias tantas cláusulas y desconfianzas, lo mejor sería "hacer una boda clásica, y ya está". Pero lo cierto es que, sobre todo los famosos, por ejemplo los futbolistas de élite, como Ronaldo, se casan, o se juntan, cargados de contratos privados, en los que se prevé hasta la pensión que podría recibir la esposa en caso de separación, computando los años en que haya jugado al fútbol, durante la unión. Ah, y hay más, están surgiendo los contratos con "multas pecuniarias por infidelidad" de una de las partes.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.