Un fondo público y privado de 40 millones

El secretario de Estado de Energía, José Folgado, afirma estar "sereno" ante el reto de cumplir con Kioto. Confía en que los planes puestos en marcha en España (Plan de Desarrollo Energético, Plan de Eficiencia y Ahorro, fomento de energías renovables) convenzan a Bruselas de que España, en su estadio de desarrollo actual, hace todo lo que puede para cumplir con los objetivos.

Porque dinero para cumplir con Kioto, lo que se dice dinero, no hay. Economía está impulsando la creación de un denominado Fondo de Carbono en el que participaría el sector público y privado para financiar proyectos empresariales limpios en el exterior que darían derecho a las empresas participantes a sobrepasar determinadas cuotas de emisión de gases en el país.

El fondo, similar a los cuatro que ya funcionan en el mundo a instancias del Banco Mundial, contaría con un capital aproximado de 40 millones de dólares. Según Folgado, la aportación del Estado al fondo podría incluirse en los Presupuestos Generales de este año o del próximo.

Folgado, eso sí, tiene clara una idea: cumplir a rajatabla lo comprometido (y ratificado por el Parlamento) en cuanto a reducción de emisiones sólo podría darse a condición de paralizar la economía. Y eso, afirma, no va a suceder.

Folgado confía, además, en un punto que ha pasado casi desapercibido entre las conclusiones del Consejo Europeo celebrado este mismo mes.

Según uno de las conclusiones aprobadas por los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince, las medidas regulatorias y administrativas que se adopten a nivel europeo tendrán que tener siempre en cuenta su impacto en la economía y la industria de los países de la Unión. Este punto puede ser el clavo ardiendo al que se agarre el Gobierno español a la hora de discutir el incumplimiento, ya asumido, del Protocolo de Kioto.