Otegi propone a los demás nacionalistas un diálogo basado en la autodeterminación

La izquierda independentista vasca propuso ayer a partidos, sindicatos e instituciones sociales de Euskadi volver al camino que permita alcanzar un nuevo Acuerdo de Lizarra basándose en la negociación de aspectos nucleares del nuevo Estatuto Político de Euskadi aprobado por el Gobierno vasco, entre ellos el derecho de autodeterminación. El llamamiento a un "diálogo formal" fue realizado ayer en la capital navarra por el portavoz del grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, Arnaldo Otegi.

Otegi formuló su propuesta tomando como referencia aspectos del plan Ibarretxe como la territorialidad, el derecho a la libre determinación o la consulta popular en ausencia de violencia, que pueden ser un "pilar importante" para dar comienzo a un diálogo "sin exclusiones ni condiciones". El objetivo, subraya la propuesta presentada por Otegi y por el ex parlamentario Pernando Barrena, "debe tratar de ser la resolución del conflicto".

Los máximos dirigentes de la ilegalizada Batasuna creen que el nuevo Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi impulsado por el lehendakari y su Gobierno supone de hecho "el fin del ciclo autonómico" y está creando "las condiciones objetivas" para un consenso amplio que puede conducir a la independencia.

El llamamiento de SA se dirige de nuevo "a los agentes políticos, sociales y sindicales interesados en resolver el conflicto político que vive este país", al objeto de reunir "a las fuerzas populares" con el objetivo de conseguir un "escenario democrático".

Como estaba previsto, durante el acto -que reunió en el frontón Anaitasuna a varios miles de simpatizantes-, Otegi no presentó ningún texto articulado, sino un llamamiento genérico al diálogo. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra indicaron que no cabía prohibición por haber sido convocado por ciudadanos particulares y celebrarse en un recinto cerrado.

El instrumento que propone Otegi es un documento político en el que se omite cualquier alusión a ETA y en el que se afirma que sería "una irresponsabilidad tremenda" dejar pasar este "momento decisivo" y condenar así a las generaciones venideras "a una nueva farsa" estatutaria.

El documento leído por Otegi afirma que "Euskal Herria, los siete herrialdes [territorios], el derecho a la libre determinación, la resolución internacional para la defensa de los derechos civiles y políticos o la consulta popular en ausencia de violencia son conceptos que la izquierda abertzale ha hecho suyos desde hace muchos años, y son planteamientos", dijo, "totalmente útiles para poder sentar las bases de un diálogo".

La propuesta concluye reiterando la actitud "completamente constructiva" del independentismo radical ante al diálogo, "conscientes de que nadie es poseedor de la verdad absoluta". Buena parte del texto se emplea en señalar que el "avance en la represión" de los Estados español y francés ha sido una consecuencia de los acuerdos sobre "cimientos nacionales y democráticos" alcanzados por los nacionalistas en los últimos años. Con alambicada terminología, el documento afirma que el "diálogo político" debe tratar de ser la "resolución del conflicto político", una definición usada habitualmente para referirse a la pervivencia del terrorismo, así como la solución "a los problemas básicos derivados del contencioso".