Tras el recuento

Que después de un recuento que no se cree nadie el señor Ruiz-Gallardón salga diciendo que, por el hecho de haber votado, estoy respaldando un gobierno que resulta de unas elecciones que nunca deberían haberse celebrado es más de lo que mi inteligencia y yo podemos soportar. Así que desde ahora declino de mis responsabilidades ciudadanas y no pienso volver a votar nunca más. Supongo que soy un paranoico y que esta carta irá al cesto de los papeles como todas las que he enviado desde que esto comenzó a apestar allá por el mes de junio. Pero estoy harto de que me tomen el pelo. Y ésa es la sensación que se me quedó anoche cuando, después de seguir todo el escrutinio, escuché los resultados definitivos: que me habían tomado el pelo y encima con mi aquiescencia.

Un saludo de alguien que espera que alguna vez exista una verdadera democracia.