Una multitud armada arrasa el Ayuntamiento de Faluya

Un ataque contra el Ayuntamiento de Faluya desató ayer una nueva manifestación de descontento de los habitantes de esa ciudad y acabó con el edificio municipal reducido a escombros. El detonante fue una explosión que a última hora de la mañana causó un incendio en la casa consistorial. Los residentes del barrio empezaron a acusar al alcalde y al resto de los responsables municipales de estar nombrados por Estados Unidos y haber convertido el lugar en un objetivo. La disputa que se entabló entre los vecinos y la policía terminó con uno de los primeros muertos por disparos de un agente.

El incidente causó la irritación popular. Poco después, armados con fusiles de asalto y lanzagranadas, varios hombres vestidos a la usanza tradicional árabe se dirigieron al Consistorio. Otros más se les unieron y forzaron su entrada en el edificio aún humeante para, a continuación, saquear el despacho del alcalde ante la mirada impotente de la policía local. Parece difícil que se llevaran nada de mucho valor, ya que hace un mes y medio, cuando esta enviada entrevistó al munícipe, apenas había muebles en las oficinas. Taha Bedawi Hamid hizo saber entonces que no había sido designado por los ocupantes, sino elegido por un consejo de notables.

Sólo la llegada de los soldados norteamericanos con cobertura aérea logró dispersar a los asaltantes. Las fuerzas estadounidenses no patrullan dentro de la ciudad tras un acuerdo alcanzado el pasado verano. La sensibilidad está a flor de piel desde que pocos días después de tomar la ciudad los soldados mataran a 16 manifestantes. Faluya cuenta con unos 50.000 habitantes, en su mayoría suníes, y está situada a unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad. La ciudad, que no había presentado resistencia a las tropas extranjeras, se convirtió desde entonces en uno de los feudos de la insurgencia.

Pedradas contra los soldados

El pasado martes, un ataque suicida con un coche bomba mató por lo menos a cuatro personas en las proximidades de la comisaría de policía de esa ciudad. Pero no fue Faluya el único lugar fuera de Bagdad donde ayer se produjeron incidentes. En Abu Ghraib, una localidad situada a las afueras de la localidad, los soldados norteamericanos se enfrentaron durante varias horas a una multitud en el mercado. Al parecer, una granada hirió a dos de ellos por la mañana, lo que motivó una operación para buscar a los responsables. La llegada de más tropas fue recibida a pedradas por un grupo de jóvenes que exhibía retratos de Sadam Husein y coreaba "¡Dios es el más grande!".

Según fuentes citadas por la agencia France Presse, los disparos de los soldados causaron cuatro muertos. Tres horas después se reanudó el tiroteo y se oyeron al menos 10 explosiones en media hora.