La Unión Europea y China reafirman su voluntad de convertirse en socios estratégicos
Bruselas y Pekín firman tres acuerdos clave sobre comercio, turismo y comunicaciones
La Unión Europea (UE) y China cerraron ayer su sexta cumbre anual con un objetivo ambicioso: convertirse mutuamente en el primer socio comercial. Actualmente son el tercero. Así lo señalaron tanto el primer ministro, Wen Jiabao, como el presidente de la Comisión Europea (CE), Romano Prodi, en el Gran Palacio del Pueblo, en Pekín, donde representantes de ambos gigantes económicos rubricaron tres acuerdos clave: la participación china en el sistema de navegación por satélite Galileo, la simplificación de visados para grupos de turistas chinos que quieran viajar a Europa y un pacto sobre diálogo industrial. En la firma también estuvo presente el presidente de turno de la UE, Silvio Berlusconi.
Los tres mandatarios defendieron el buen momento que atraviesan las relaciones mutuas. "Una Europa con una nueva realidad [por la futura ampliación a 25 países] y una China con sus nuevas reformas son las dos zonas que mejor pueden contribuir a cambiar el mundo", dijo Prodi. "Una Europa fuerte económica y políticamente constituirá un polo importante y conducirá a un mundo pacífico y estable", respondió el primer ministro chino. Pekín es un ardiente defensor de un mundo multipolar.
Desde 1978 el comercio bilateral se ha multiplicado por 30, hasta alcanzar 115.270 millones de euros el año pasado, con un déficit para Europa de 47.308 millones. El objetivo es que los intercambios alcancen 200.000 millones de dólares en 2010. Algo factible, según Wen, ya que las relaciones son "cada vez más maduras". Europa pretende recuperar también el puesto de mayor inversor en China que tenía hace tres años y que ahora está ocupado por EE UU, seguido de Japón.
El esfuerzo de cooperación se ha plasmado en la adhesión de Pekín al sistema europeo de navegación por satélite Galileo, al que aportará 200 millones de euros. Este proyecto levanta suspicacias en Washington, ya que rivaliza con su sistema GPS.
El segundo acuerdo, un memorándum denominado Estado de Destino Autorizado, permitirá conceder visados a grupos de turistas chinos que quieran viajar a Europa. Este pacto establece un sistema de repatriación de inmigrantes irregulares. Klaus Ebermann, embajador de la UE en China, prevé que este sistema se aplicará a principios de 2004.
El tercer pacto firmado pretende incrementar el diálogo industrial, con objeto de asegurar que las legislaciones no se convierten en un obstáculo para el comercio.Los líderes chinos y europeos reconocieron, sin embargo, que hay "algunas sombras", como problemas de propiedad industrial o barreras comerciales. Sobre los derechos humanos, Prodi aseguró que han mostrado a los dirigentes chinos su preocupación y que van a continuar el diálogo sobre la base de la "igualdad" y el respeto mutuo.
La cumbre, en la que han participado también el representante para la Política Exterior, Javier Solana, y el comisario de Comercio, Pascal Lamy, ha abordado un amplio abanico de cuestiones que van desde la guerra de Irak a la crisis norcoreana, pasando por los derechos humanos y las diferencias comerciales.
Un primer contacto
"Los dirigentes chinos están deseosos de ver cómo Europa se convierte en un actor estratégico. Han comprendido muy bien lo que significa la transformación europea. Es un elemento fundamental para ellos. Quieren un mundo multipolar. Son valores que defendemos y compartimos, como compartimos el compromiso en la lucha contra el terrorismo y contra la proliferación de armas". Así lo aseguró ayer Javier Solana, responsable de Política Exterior de la UE, en una entrevista con la prensa española durante la cumbre chino-europea de Pekín. Se trata, dijo Solana, del "primer encuentro con la nueva dirección china".
El responsable europeo reconoció divergencias, como la baja cotización artificial del yuan, que está ligado al dólar. "No quieren apreciarlo, pero seguiremos insistiendo. Podría llegar a afectarnos".
Respecto a la crisis nuclear norcoreana, Solana no descarta una reunión multilateral en diciembre, "aunque los norcoreanos tienden a posponerla" para acercarla a las elecciones presidenciales de EE UU, que se celebrarán en noviembre de 2004. Solana dijo que la UE presionará, "como siempre", en temas de derechos humanos.
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