_
_
_
_

Carles Santos ahonda en la obra de Rossini con un nuevo espectáculo

Próximo estreno de 'El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora'

Sin abandonar a Bach como músico de cabecera, el compositor valenciano Carles Santos ha adoptado a Gioacchino Rossini como compañero de su nuevo espectáculo, El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora. Santos califica el montaje, que se estrenará el martes en el Teatre Nacional de Catalunya, como un "ejercicio intimista que propone una degustación Rossini para todos aquellos que no van a la ópera".

La música de Rossini y el agua son los protagonistas del espectáculo, en el que el músico valenciano asegura haber hecho "de forma inconsciente" una particular biografía del compositor de Pesaro. "Es una lectura de un clásico desde mi óptica, una aproximación alternativa, como ya hice en 1997 con la música de Bach en La pantera imperial", explica Carles Santos de El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora, que se estrenará en tierras valencianas el 23 de abril en el Auditori de Torrent. Una lectura que parte de la ignorancia, "que también es un buen punto de partida", precisa, "porque a mí no me gusta la ópera, un género que considero incomprensible y demasiado largo". En este nuevo acercamiento a Rossini, tras su puesta en escena, en 2000, de El barbero de Sevilla, Santos hace un ejercicio de sincretismo y concisión mezclando su propia música con la del italiano en un concentrado de 65 minutos.

Un concentrado que abandona el formato de gran montaje para hacer en un ejercicio intimista en el que el Santos juega a visualizar la música de Rossini "sin escenografía, con una iluminación de joyería, de detalle, a ritmo de performance y sin referentes externos de ningún tipo". "No es un espectáculo con anécdota", detalla el músico, "el punto de partida es una gota de agua, que ejerce un papel metronómico y que muchas veces es el único acompanamiento de los intérpretes para cantar".

El agua se erige, junto a la música de Rossini, en la protagonista de El compositor, la cantant, el cuiner y la pecadora. A partir de ella Santos ha seleccionado los fragmentos musicales de la obra de Rossini y ha imaginado las escenas. El agua cae gota a gota, empapa a los cantantes, suministra fluidos, a través del piano, a las cabezas de Beethoven, Wagner y Verdi, en escena, mientras la música de Rossini suena. "Para que compartan pensamientos", precisa.

¿Y la historia? "Importa poco. En la mayor parte de las óperas la historia es lo de menos, lo importante es la música", argumenta Santos, quien se ha inventado una incestuosa y surrealista relación entre los cuatro personajes protagonistas: La pecadora (la soprano Alina Zaplatina) es la amante de cocinero (el tenor Antoni Comas), quien no sabe que la pecadora es su hermana. Ésta es hija de la cantante (la mezzosoprano Claudia Schneider) y del propio cocinero, que a la vez es hijo de la cantante, hecho que también desconoce. ¿Y el compositor? El compositor (Santos al piano) pone música a la lista de de la ropa sucia para la lavandería.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_