Respuestas en el sindicato
Las sesiones informativas que CC OO ofrece a inmigrantes reúnen a un centenar de personas cada semana
-Llevo tres años en España, ¿Puedo pedir arraigo?
-¿Tienes vínculos familiares de primer grado españoles?
-No.
-Pues necesitas esperar otros dos, hasta los cinco años de residencia para acceder a un permiso de trabajo si tienes una oferta laboral.
Como viene sucediendo desde hace año y medio, un centenar de inmigrantes se dieron cita ayer en el
salón de actos de la sede de Comisiones Obreras de Valencia para resolver dudas sobre sus derechos y saber cómo recorrer el complicado camino burocrático que les puede llevar a obtener un permiso de trabajo y residencia. Desde las once de la mañana, un miércoles más, las especialistas del Centro de Información para Trabajadores Migrantes (Citmi) se dedicaron a responder las diversas cuestiones planteadas. "Es que en la delegación del Gobierno no informan de nada", se lamentaba un ciudadano colombiano que se desplazó ayer al sindicato. La oficina de extranjeros distribuye una fotocopia con un listado de los documentos que se piden a los interesados en regularizar su situación, pero carece de un servicio de información flexible y eficaz. "A no ser que pidas hora y te den cita para tres semanas después de esperar una cola y tampoco sirve de mucho", señalaba otro inmigrante.
Ante esta situación y la falta de recursos de la Administración autonómica dirigidos a informar a la población inmigrante -especialmente por parte de la dirección general de la Inmigración, que prácticamente aún no se ha estrenado-, nunca faltan personas que se dejan caer por el sindicato para resolver sus problemas.
"Los españoles no quieren determinados trabajos y a nosotros, que estamos dispuestos a aceptarlos, nos ponen todo tipo de impedimentos, eso no es justo", señalaba uno de los extranjeros que deseaba regularizar su situación y que no cumplía los requisitos para poder normalizarla. Entre los asistentes se encontraba también un ciudadano boliviano, carpintero industrial, que incidía en el mismo aspecto: "Trabajo hay, pero piden que resuelvas los papeles y eso no es nada fácil". Este inmigrante contaba cómo se ha recorrido los principales polígonos industriales del entorno de la ciudad de Valencia en busca de empleo. "Entregué mi currículum y en todos sitios me comentaban que con mi formación están dispuestos a contratarme, pero que sin papeles no se puede hacer nada".
El encuentro sirve para resolver problemas comunes, pero también da pie a desahogarse y contar la dureza de las experiencias que padecen los inmigrantes en la búsqueda de la ansiada documentación. Luis, un inmigrante colombiano, se lamentaba de las ventajas con que cuentan peruanos y chilenos respecto al resto de nacionalidades: "Es una discriminación que no tiene sentido, ¿en que se basa el estado español en establecer estas diferencias?", apuntaba. Luis lleva dos años en el país y señala que a los seis meses murió su mujer, por lo que vive de las ayudas que recibe de la hija de ésta de su primer matrimonio: "Ella sí tiene papeles", comenta.
El 10% de los inmigrantes que acuden a las sesiones suele cumplir alguno de los requisitos que permiten acceder a un permiso. "Luego tramitan la documentación con nosotros o no, pero ya saben lo que tienen que hacer", apuntan desde el Citmi. Últimamente, gran parte de las preguntas giran en torno a los efectos que tendrá la última modificación de la la ley de extranjería, la tercera del PP, en cuestiones como, por ejemplo, el que se permita el acceso a la policía a los datos del catastro, lo que puede poner en peligro la cobertura sanitaria. O un programa de retorno voluntario piloto, del que recelan las especialistas de CCOO: "La gente se apuntará y al final muchos no volverán como retornados, sino expulsados".
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