La Haya condena a ocho años al guarda de una cárcel de Bosnia
Predrag Banovic, de 33 años, un ex guardia serbobosnio del campo de concentración de Keraterm, al noroeste de Bosnia-Herzegovina, fue condenado ayer a ocho años de cárcel por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). El procesado se declaró el pasado junio culpable de crímenes contra la humanidad. A cambio, la fiscalía retiró los demás cargos que pesaban contra él. Según el juez Patrick Robinson, que leyó ayer la sentencia en La Haya, Banovic participó en los malos tratos y palizas propinadas a los detenidos, muchos de los cuales murieron a consecuencia de los golpes. El propio acusado reconoció haber intervenido en el asesinato de cinco de los confinados en los terrenos de la que fuera antigua fábrica de cerámica.
"Los insultos y vejaciones, en especial contra los musulmanes, eran diarios y proferidos a veces delante de otros detenidos", recordó el juez Robinson. También señaló que en Keraterm no había agua, comida ni aseos y nunca fue llamado médico alguno para atender a los heridos. Según la sentencia, un encierro tan inhumano fue concebido sobre todo para discriminar a las etnias croata y musulmana.
No es la primera vez que un acusado de crímenes de guerra o contra la humanidad asume voluntariamente su culpa ante el TPIY. El caso más notorio es el de la ex líder serbosbosnia Biljana Plavsic. Al reconocer que había cometido crímenes contra la humanidad, ésta vio cómo era retirado el cargo de genocidio y fue condenada a 11 años de prisión. En una situación parecida se encuentra en estos momentos Momir Nikolic, un oficial serbobosnio que ha admitido su participación en la matanza de Srebrenica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.