La confianza de los empresarios alemanes en el futuro de la economía alcanza un máximo en dos años y medio

El índice del Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo) -una encuesta entre 7.000 empresas alemanas-, publicado ayer, pone de manifiesto un aumento considerable del optimismo empresarial ante el futuro de la economía por sexto mes consecutivo y con unas dimensiones similares a las previas a la recuperación económica del año 1999. El índice pasa de 92 a 94,2, su nivel más alto de los últimos dos años y medio.

La noticia de la mejora del índice Ifo se recibió con entusiasmo entre los representantes de la coalición SPD-Verdes que gobierna en Alemania. Se ve ya el "final del túnel" o la economía "ya ha pasado lo peor en la travesía del valle". La Bolsa reaccionó en Francfort con una subida ante las noticias procedentes de Múnich sobre el optimismo de los empresarios. El presidente del Ifo, Hans-Werner Sinn, declaró que los resultados de la encuesta invitan a pensar que se puede esperar una mejoría de la coyuntura en el último trimestre del año actual.

La economía alemana se encuentra en recesión y con crecimiento negativo desde el principio del año. Para 2004, los institutos de investigación económica han pronosticado un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,7% y un incremento de los parados.

Lo que más invita a pensar que ya ha pasado lo peor en la encuesta difundida ayer es que los empresarios no sólo valoran con optimismo el futuro de la economía, sino que también mejora la estimación de su situación actual.

El experto en coyuntura del instituto muniqués, Gernot Nerb, declaró: "Parece que nos encontramos ante un amplio frente que permite ver una mejoría". Los ramos en que se apoya la mejoría son, sobre todo, la industria y los relacionados con la producción industrial. Destacó Nerb las tendencias hacia la mejoría en la industria química, la maquinaria y la de fabricación de herramientas. Peor librados salen la construcción y el comercio detallista.

Reforma fiscal

La exportación, uno de los pilares tradicionales de la economía alemana, parece que marcha bien, y "esto es un apoyo sólido", declaró Nerb. Asegura el experto que todo parece indicar que se van a poner en marcha inversiones demoradas. Sobre la situación del comercio al detalle dijo Nerb que podría mejorar cuando se extienda la certeza de que la reforma fiscal se llevará adelante.

El Gobierno federal tiene depositadas todas las esperanzas de mejorar la economía en 2004 con el anticipo al 1 de enero próximo de la entrada en vigor de la reforma fiscal. Con la inyección de 15.600 millones de euros en los bolsillos de los contribuyentes, que algunas estimaciones elevan hasta más de 20.000 millones, el Gobierno espera que la otrora locomotora de la economía europea se ponga en marcha de una vez y que Alemania salga de la recesión.

El problema pendiente es cómo financiar la caída de ingresos fiscales. El Gobierno pretende cubrir ese hueco con recortes de las subvenciones, privatizar más empresas y vender la parte de las participaciones del Estado, y también con un incremento del endeudamiento público. La oposición democristiana (CDU/CSU) se encuentra dividida entre los partidarios de apoyar la reforma fiscal y los que intentan bloquearla con el argumento de que Alemania ya está endeudada en 1,3 billones de euros y no se puede incrementar más esa deuda.