El jurado exculpa al acusado de pagar para que mataran a su ex compañera
Un jurado popular declaró ayer inocente al empresario Andrés Martínez Díaz, acusado de ser el inductor de la muerte de su ex compañera sentimental Francisca Mesa, que apareció estrangulada en su domicilio de Jaén el 24 de mayo de 2001. Por el contrario, el jurado declaró culpable al ciudadano moldavo Gennadil Vilkov, acusado de un delito de homicidio por el que la Fiscalía y la acusación particular (que rebajó su petición inicial de 20 años de cárcel) solicitan para él 12 años de prisión y una indemnización de 120.000 euros a cada uno de los dos hijos de la fallecida. Este ciudadano era considerado por la fiscal y la acusación como un sicario contratado por el empresario jiennense.
Tras 24 horas de reunión para establecer el veredicto, los once miembros del jurado popular concluyeron en que no había pruebas ni indicios que demuestren que el ex compañero de la víctima actuó como inductor del crimen. Es más, calificaron de "contradictorios" los testimonios aportados durante el juicio, entre ellos el de una niñera lituana que cuidó al niño pequeño de la pareja y que le inculpó durante su declaración. Sí que resultó decisivo para la inculpación del ciudadano moldavo los restos de ADN encontrados en las uñas de la víctima y el hecho de que abandonase el país de manera apresurada.
La defensa de Gennadil Vilkov solicitó que se aplique la pena mínima por homicidio, establecida en 10 años de cárcel, y anunció su intención de recurrir el veredicto al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Defensa
Por su parte, el letrado del empresario absuelto, que durante el juicio calificó como "tendenciosa" la instrucción judicial del caso, aplaudió ayer la "racionalidad" de los miembros del jurado. El abogado de Andrés Martínez defendió durante el juicio que su cliente estaba a la hora del crimen en una entidad financiera de su localidad, sin que mediara más relación con el ciudadano moldavo que el cederle un alojamiento durante su estancia en el municipio de Mancha Real para buscar trabajo durante la recolección de la aceituna.
Tanto la Fiscalía como la acusación sostenían que el empresario habría pagado al sicario moldavo para matar a su compañera sentimental y no tener que hacer frente así a sus pretensiones económicas y la custodia de su hijo de cuatro años. La pareja llevaba varios meses separada y Francisca Mesa llegó a solicitar ayuda jurídica al Instituto Andaluz de la Mujer.
La instrucción del caso se demoró cerca de dos años puesto que el principal acusado, el ciudadano moldavo, estaba fuera de España y su extradición no se produjo hasta que la policía alemana lo detuvo en mayo del año pasado.
La magistrada de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén, Lourdes Molina, será la encargada ahora de dictar la sentencia contra el ciudadano moldavo.
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