"No existe el erotismo sin sentimiento"

Diplomado en Arte Dramático y Declamación, Ángel Marco (San Sebastián, 1944) lleva cuarenta años ofreciendo recitales de literatura, una tarea con la que intenta "revalorizar el sonido de la palabra". Los últimos jueves de cada mes tiene una cita en el café Manuela de Madrid, ciudad donde reside, y hace unos días se acercó hasta su localidad natal para recitar textos eróticos.

Pregunta. ¿Por qué ese empeño en los recitales de literatura?

Respuesta. Nuestro país ha sufrido un deterioro muy grande en el mundo de la escena y el cine. Quizá yo pertenezca a la generación puente entre los grandes decidores y quienes no tienen ya referencia cultural respecto al sonido de la palabra gramática. Y ésa es mi lucha, intentar decir bien y demostrar que la lectura es un acto creativo, que la técnica no es una faja represora, sino un camino de libertad para crear.

P. ¿En qué se diferencia la literatura erótica de la pornográfica?

R. La literatura erótica, el erotismo en general, estimula la inteligencia y los sentidos. La pornografía sólo puede halagar el sentido.

P. ¿Cómo está de salud la literatura erótica en la actualidad?

R. Se tiende mucho a hacer más la literatura fácil. El que hace concesiones deja de hacer literatura. La fuerza erótica está en la poética.

P. ¿Cree en la capacidad terapéutica de la literatura erótica?

R. Toda literatura sensible estimula y eso es siempre terapéutico. A muchas personas les puede liberar ver que autores de una firma muy seria están ahondando en secretos íntimos afines a los suyos.

P. ¿Persisten los tabúes sexuales?

R. Me asombra el escándalo que todavía produce el desnudo. Sí, hay muchos tabúes, y englobo aspectos como la aceptación de la homosexualidad o de ciertas prácticas sexuales, que en la intimidad pueden ser comunes, pero en la conversación cotidiana se toman aún como un escándalo.

P. ¿Por qué todavía tanto tabú, cuando se supone que vamos avanzando?

R. Se invaden países, los países pobres pasan hambre porque los ricos les oprimimos... El mundo no evoluciona, es cada vez más caótico. Y la sexualidad no está aparte. Además, dentro del ambiente revolucionario de izquierdas, nunca se ha hecho la revolución sexual.

P. ¿Introduciría la literatura erótica en los programas de estudio?

R. Un chaval de quince años puede perfectamente entender los textos eróticos, que pueden ser muy positivos para él. Para un chico que está en el momento hormonal más fuerte, puede ser importante comprobar que el erotismo tiene delicadeza, que no existe sin sentimiento, emoción y poética. Incluso una relación circunstancial, en la que hay fundamentalmente erotismo, si no se hace con un mínimo de ternura y afecto, no creo que satisfaga mucho.