Fidelidad al modelo keynesiano

Juan Urrutia es catedrático de fundamentos de análisis económico. Su trayectoria académica le llevó de la Universidad del País Vasco a las playas de la Universidad Carlos III de Madrid, donde, entre otras cosas, impulsó la creación del departamento de economía, que hoy disfruta de lugares de privilegio en los rankings de los mejores departamentos de las universidades europeas, según la calidad y reconocimiento académico de la investigación realizada. Después se asomó a la prensa económica y de información general. El departamento de economía de esta universidad quiso publicar un documento sobre la contribución de Juan Urrutia a la institucionalización de la buena teoría económica en España, que es sobre todo un retrato de la evolución de la profesión de economista universitario en nuestro país. Está disponible en la web. Me remito al mismo para no abundar en la biografía de un economista poco conocido hasta ahora por las gentes alejadas de la economía.

Economía en porciones es una colección de bocados de análisis económico proyectados sobre hechos populares, noticias económicas de nuestros días o asuntos políticos que concitan el interés general. Se trata de ochenta ensayos de aproximadamente mil palabras sobre aspectos distintos de la cultura económica, el mundo empresarial, la nueva economía o la economía política. Todos ellos referidos a acontecimientos acaecidos estos tres últimos años, en España y en el mundo. Casi todos ellos publicados en la prensa económica, especialmente en Expansión, cuyo Consejo Editorial preside. El repertorio ofrece algunas sorpresas junto a referencias inevitables.

Así, la reflexión sobre los derechos de propiedad en la economía digital puede suceder a un ensayo sobre el alcance del análisis bursátil, al igual que la apología del pluriempleo coexiste con el desentrañamiento de la política española. El libro es un menú largo y estrecho, de manera que la curiosidad del lector puede buscar acomodos distintos, prescindiendo si es menester de algunos platos.

El denominador común de todos los ensayos reside en que el autor ha sido fiel al instrumental prestado por el mejor análisis económico y, también, al modelo de economista que quiere representar, el cual, heredero del último Keynes, entiende que "la economía es un magma sobre el que no cabe actuar y en el que sólo cabe navegar". En manos de estos economistas, la ciencia económica pasa de ser lúgubre a ser escaparate de una fiesta de conocimiento. Además, Economía en porciones sale al paso, como lo ha hecho recientemente y de forma explícita John Kay, de la imagen social más extendida de los economistas: un busto parlante hablando de bolsa en Bloomberg.

Ciertamente, la geografía propuesta por Urrutia es mucho más interesante a la vez que convincente sobre el sentido de la ciencia económica. Tal característica abona la ambición del autor de ser leído por los no economistas, especialmente jóvenes. Disfrutarán, como antes han disfrutado los colegas de Juan Urrutia que han podido acceder a la lectura de sus materiales inéditos sobre las cosas que pasan.

Alberto Lafuente Félez es catedrático de la Universidad de Zaragoza