Agujero en clave alemana

El Gobierno alemán ha anunciado que este año espera un déficit presupuestario récord debido a que la recesión del primer semestre ha supuesto un recorte de los ingresos fiscales e hizo necesario aumentar el gasto en prestaciones sociales. Casi al mismo tiempo, el presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, mostraba su confianza en la recuperación de la eurozona.

Wim Duisenberg considera que la eurozona alcanzará su tasa potencial de crecimiento, cercana al 2,5%, a finales del próximo año

Schröder quiere adelantar un año, a 2004, el recorte de impuestos por valor de 15.600 millones de euros, pero necesita el apoyo de la oposición

El ministro de Hacienda alemán, Hans Eichel, deberá solicitar créditos por valor de 43.400 millones de euros, más del doble de los 18.900 millones inicialmente previstos, para hacer frente al agujero fiscal. Y es que el Gobierno de Gerard Schröder espera que la economía se estanque este año, en vez de crecer un 0,75%, como predijo en el pasado mes de abril. El ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, afirma que la economía no crecerá en 2003 y que el próximo año el PIB se expandirá entre el 1,5% y el 2%.

Así que la mayor economía de Europa ha crecido menos del 1% en cada uno de los dos últimos años. Alemania, que impulsó la disciplina presupuestaria de la Unión Europea, se sumó a Francia el año pasado a la hora de rebasar el límite oficial de un déficit equivalente al 3% del PIB. Eichel dice que el déficit de este año superará el 4% y que el del año siguiente también rebasará el tope fijado por la UE.

Un déficit presupuestario superior al 4% del PIB sería el mayor desde 1975, año en que el agujero alemán llegó al 5,8%. Eichel quiere aguardar hasta el próximo 6 de noviembre para analizar los resultados de la recaudación fiscal antes de modificar su plan presupuestario para el próximo año.

Recorte impositivo

Para estimular la economía y para reducir el desempleo, que afectaba a 4,39 millones de personas en el pasado mes de septiembre, Schröder quiere adelantar un año, a 2004, el recorte de impuestos por valor de 15.600 millones de euros. Aprobado por la Cámara baja del Parlamento hace una semana, el plan necesita el apoyo de la oposición para convertirse en ley.

La confianza patronal y la Bolsa alemana han subido ante las expectativas de que la economía mejore el próximo año gracias a las exportaciones. En septiembre, los ejecutivos alemanes mostraron un grado de confianza desconocido desde abril de 2001.

Esos aires optimistas recorren otros ámbitos del Viejo Continente. El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, que se retirará a finales de este mes, ha afirmado que tiene "mucha confianza" en la recuperación de la economía de los 12 países que comparten el euro.

Optimismo de Duisenberg

El crecimiento económico "irá cada vez más deprisa en el transcurso del próximo año y en el posterior", señalaba Duisenberg al final de una fiesta de despedida organizada por el BCE en Francfort. A fines de 2004, "estaremos en nuestra tasa de crecimiento potencial, cercana al 2,5% anual".

Durante la gestión de Duisenberg, que será reemplazado por el hasta ahora gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, el BCE ha reducido la tasa de refinanciación de referencia al 2%, el nivel más bajo en más de 50 años, para evitar una recesión económica.

Pero la economía de la eurozona está mostrando cada vez más señales del inicio de una recuperación. La confianza industrial ha aumentado en los dos últimos meses y los sectores de manufactura y servicios han crecido en septiembre. El gasto de los consumidores franceses ha subido en septiembre al mayor ritmo de los últimos cuatro años.

La economía de la eurozona "goza fundamentalmente de buena salud, pero podría crecer más rápido", sentencia Ernst Welteke, presidente del Bundesbank y miembro del consejo de política monetaria del BCE.