Una mujer muere aplastada por un ascensor en una clínica de rehabilitación
La mujer se metió en el hueco del elevador cuando éste descendía
Benita Moyo López, de 70 años, murió aplastada al mediodía de ayer por un ascensor de la clínica de rehabilitación Reyes Magos, en el distrito de Retiro. La víctima pudo abrir la puerta del elevador sin que éste estuviera en ese piso. Cuando se dio la vuelta para retroceder, al ver que el habitáculo estaba oscuro, fue golpeada en la cabeza por la cabina y pereció en el acto. Todo apunta a un fallo técnico.
Los hechos ocurrieron sobre las 13.45 en la clínica de rehabilitación Reyes Magos, en el número 21 de la calle del mismo nombre, semiesquina a la avenida del Mediterráneo. Este local consta de dos plantas. En la que da a la calle están las consultas de los especialistas. En el sótano están la sala de espera, la zona de rehabilitación, los vestuarios y los servicios.
Benita Moyo acababa de salir de una sesión de rehabilitación cuando abrió la puerta del ascensor. La mujer entró en el habitáculo, a pesar de que la caja del ascensor no estaba. La víctima se dio media vuelta al percatarse de lo oscuro que estaba el habitáculo, que se encuentra al mismo nivel que el suelo. Pero no le dio tiempo a salir. En ese momento le golpeó la caja en la cabeza. "Ha quedado sentada mirando hacia fuera con las piernas abiertas. El ascensor le ha aplastado la cabeza", señaló el hermano de la fallecida, Víctor Moyo.
Al lugar acudió una UVI móvil del Samur-Protección Civil, cuyos facultativos sólo pudieron certificar la muerte, dada la gravedad de las lesiones que presentaba, según informó un portavoz de Emergencias Madrid.
Según el hermano de la víctima, Benita Moyo acudía a este centro desde hacía unos dos meses por un problema en una pierna. Antes de la sesión de hoy, había ido a diálisis. Fueron los camilleros de la ambulancia que la transportaba los que se dieron cuenta de que no había salido del centro. Nadie oyó ningún chillido ni ruido que denotara el accidente. Viuda, Moyo vivía sola en la calle de San Nicomedes (Usera). Sus dos hijos acudieron ayer visiblemente afectados al centro médico.
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