Paseo didáctico entre molinos del papel

Banyeres de Mariola es un ejemplo de que es posible compaginar la recuperación del pasado industrial y la preservación de su medio ambiente. Así, el Ayuntamiento y el Museu Valencià del Paper, ubicado en esta localidad, han recuperado la llamada Ruta de los Molinos, un recorrido a lo largo del cauce del río Vinalopó aguas abajo por los principales centros de producción de papel en Banyeres de Mariola. Es un periplo que une los tres molinos papeleros más emblemáticos de Banyeres de Mariola con los nueve que estuvieron en activo en el río Vinalopó durante los siglos XIX al XX. "Se trata de construcciones grandiosas que acogían como centro de trabajo a la mayor parte de los habitantes de Banyeres de Mariola", afirma la concejal de Turismo, Pilar Navarro.

La ruta parte del popularmente conocido en Banyeres de Mariola como Molí d'Ombría y sigue el recorrido del cauce del Vinalopó hasta El Partidor -lugar donde se repartía el agua en las poblaciones colindantes y se ponía en marcha la maquinaria de los molinos-. El viaje ofrece la oportunidad de visitar edificios históricos como el Molí Sol, donde se hacía el papel de fumar Blanco y Negro que llevó el nombre de la localidad a América.

La idea para recuperar esta ruta se gestó en el colegio público Alonso Iniesta, cuyos escolares aprendieron los métodos de elaboración del papel recorriendo las antiguas fábricas. Raimundo Calatayud, jefe de estudios de este centro escolar, recuerda que la ruta surgió de la guía didáctica y cuaderno de actividades como alternativa al Museu Valencià del Paper. "Es una ruta que para los alumnos de tercero y cuarto del primer ciclo de primaria es sencilla", comenta.

El entorno natural en el que se desarrolla tiene una función destacada. A lo largo del recorrido también es posible encontrar información sobre la flora y fauna de la zona. "Un ejemplo es el sauco, una planta que se utilizaba para los tintes en la confección del papel", destaca la edil Pilar Navarro. La información viene recogida en unas marquesinas que se han dispuesto a lo largo de la ruta junto a cada molino. Los atriles contienen datos sobre la flora y fauna.

"Se persigue la recuperación de un espacio de gran importancia histórica, económica y social por haber ubicado centros importantes en la fabricación de papel de fumar, que se combina con la recuperación medio ambiental de la zona", señala Mari Angeles Calabuig, directora del museo. Así, las numerosas especies que destacan por su valor ambiental son uno de los ejes del recorrido de la Ruta de los Molinos de Papel. Allí se encuentra la carrasca, que servía para conseguir el carbón que daba energía a fábricas de papel que movían sus molinos con la fuerza del agua del río, y destacan las plantas utilizadas en los batanes para retirar grasa y elementos desechable, las plantas para los tintes.

La zona que había estado impracticable en los últimos cuarenta años se ha recuperado con motivo de este recorrido que se ha acondicionado con la ayuda de convenios entre el Ayuntamiento y la Agencia Valenciana de Turismo, y se presenta con una finalidad docente y turística. Este recorrido podrá realizarse además a través de una guía en la que está trabajando el Museu Valencià del Paper. "Será un trabajo de campo para escolares en colaboración con los centros junto con un mapa indicativo de la ruta", explica Calabuig.

La Ruta de los Molinos de Papel muestra al visitante el origen de las piezas que se muestran en el Museu Valencià del Paper, que incluye entre sus colecciones una de libritos de papel de fumar y otras piezas de maquinaria industrial del siglo pasado.