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Un general contra el Satán islámico

William Boykin lanza encendidos discursos a grupos evangélicos contra el islam

Tras el escándalo formado por las afirmaciones del general William Boykin, número dos de la Subsecretaría de Defensa para Asuntos de Inteligencia y Combate, el Pentágono ha abierto una investigación. Boykin lleva un año y medio lanzando encendidos discursos a grupos de cristianos evangélicos radicales, en los que dice que EE UU combate "contra un enemigo espiritual llamado Satán", que Bush está en la Casa Blanca "porque Dios lo quiso" y que la única forma de derrotar a los terroristas es "ir contra ellos en el nombre de Jesús".

El general habla en uniforme y recurre a experiencias personales para enriquecer sus reflexiones. Uno de los comentarios más fuertes es el que se refiere a un enfrentamiento armado entre Boykin y el líder musulmán de una facción armada en Somalia, en 1993: "Yo sabía que mi Dios era más grande que el suyo. Yo sabía que mi Dios era el auténtico y que el suyo era un ídolo".

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Tras recurrir a la tan socorrida como ineficaz justificación de que sus palabras se han tomado fuera de contexto y mal entendidas, el general ha dicho que no tiene nada contra el islam. Además del contenido de las prédicas del general, el momento ha sido muy inoportuno para la imagen de EE UU en el mundo musulmán tras la guerra de Irak y el conflicto de Oriente Próximo, y porque ha coincidido con las críticas contra el primer ministro de Malaisia, que fue aplaudido por sus comentarios antisemitas en la Conferencia Islámica de la pasada semana.

El presidente George W. Bush ha dicho que las opiniones del general no las comparten ni él ni su Gobierno. La mayor parte de la clase política, tanto republicanos como demócratas, ha condenado las afirmaciones de Boykin y reclama su cese. El general ha sido defendido por algunos simpatizantes, como el congresista Todd Tiahrt. The New York Times, que ha exigido editorialmente el cese, cree, por el contrario, que "el general no estaba ejercitando la libertad de expresión que corresponde a un ciudadano: lo que dijo cuando estaba vestido de uniforme es indefendible. Es un alto funcionario que no sólo hace comentarios que defienden una religión en particular y denigran a otras, sino que perjudica la política de seguridad nacional de EE UU".

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