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Reportaje:HISTORIAS DE LA ECONOMÍA REAL | CONFERENCIA DE DONANTES DE MADRID

Limpiabotas a la fuerza

El pequeño Abbas tiene 12 años y tuvo que dejar de estudiar para ayudar a su familia

Ramón Lobo

El pequeño Abbas Muhsen cumplió los 12 años y aunque es limpiabotas desde hace sólo unos meses se agita como un profesional. Viste una camisa verde de cuadros a la que sólo le queda un botón. Del bolsillo delantero asoman unos billetes doblados, su ganancia de la jornada. Calza sandalias rotas de plástico y tiene las manos tiznadas de betún. Su caja de herramientas es amplia y pesada, un regalo de su padre cuando decidió ponerle a trabajar. Por los extremos cuelgan pinceles, trapos, cepillos, algunas cremas y potingues. Abbas no deja de sonreír mientras limpia.

Hace seis meses que no acude a la escuela del barrio porque fue saqueada tras la caída de Bagdad. Vive en Rashdad City, uno de los arrabales pobres del este de la capital. Cada día toma un autobús para acercarse a los hoteles Sheraton y Palestina, en los que viven los extranjeros y los dólares. El limpiabotas Abbas se despierta a las seis de la mañana. Está en su puesto gritando mister a sus posibles clientes desde las siete y media hasta pasada la una de mediodía. En las jornadas mejores gana 3.000 dinares (1,80 euros), que entrega a su madre. "En realidad hace más de un año que no voy al colegio. Antes de la guerra, los profesores pedían dinero para comprar cosas y no podíamos pagar".

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La seguridad del Sheraton y el Palestina crece por horas en muros de hormigón y alambres de espino que van alejando a Abbas del centro de negocio. Los soldados norteamericanos le expulsaron hace semanas de las puertas de los hoteles; después le obligaron a situarse detrás del control donde se registra a los clientes y ahora está a punto de ser desalojado a una calle adyacente. Abbas debe decidirse cada mañana por una de las dos salidas. "En ésta, los extranjeros van andando; en la otra está el aparcamiento y salen en coche. Ésta es la mejor", dice satisfecho. Cuando se le pregunta qué desea ser en el futuro, Abbas se queda mudo. ¿Doctor, abogado, limpiabotas...? le preguntan para ayudarle. Tras meditar mucho, responde: "De mayor sólo quiero estudiar".

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