Madrileño por un día

Orgulloso de ser andaluz, más aún de Jaén y, por supuesto, de mi pueblo, Navas de San Juan, y consciente de que no va a ser así, el próximo día 26 me gustaría amanecer en Madrid y ser un madrileño más, vivir preferentemente en alguno de sus barrios donde vivan tantos y tantos emigrantes con sus descendientes, familiares o amigos, pues, ¿quién no tiene en Madrid a alguien conocido?

Y en esta ocasión no sería para pasar una jornada de ocio, como en otras ocasiones he tenido la oportunidad y he disfrutado de esa gran ciudad, sino para ir a mi colegio electoral y votar, y, si fuera posible, lógicamente no lo es, hacerlo por todos aquellos hombres y mujeres que ese día decidan quedarse en casa por estar cabreados, desilusionados o desmotivados porque en esta ocasión tenemos todos, pero ellos especialmente, que votar algo más importante que elegir un gobierno para tu comunidad, y es salvar la democracia a la que algunos le han dado un golpe mortal y han herido gravemente lo más "sagrado" que ésta tiene, que es la voluntad popular que emana de las urnas, pero aún le queda un hilo de vida y es misión de todos, y creo que obligación, salvarla, y en este caso la única medicina eficaz es la participación masiva el día 26. También es momento de dejar ¡muy claro! que ya ha pasado el tiempo del caciquismo y de tantas cosas que creíamos haber enterrado, porque se puede tener el dinero y a la vez gobernar, pero esto último solamente si te lo ha dado el pueblo. ¡Esto no está en venta! Y, por supuesto, a estas alturas de la democracia no asustarnos con la posibilidad de un gobierno de izquierdas, de socialistas y comunistas, porque ni estos últimos son demonios con rabo ni vosotros sois santa Teresa de Jesús, con todos mis respetos a esta mujer.