Ilustre lustre
Tras la visita del Príncipe de Asturias a un instituto del Polígono Sur de Sevilla y ante la admirable y desacostumbrada batida de limpieza general ordenada por los señores gobernantes en los alrededores de dicho centro, propongo modestamente al personal que se encarga de estos, digamos, acercamientos a la realidad de los miembros de la Casa Real que intensifiquen dichas visitas, aunque sea una a la semana, a otros barrios deprimidos de otras ciudades andaluzas, porque así, al menos, los vecinos se ven hasta favorecidos, ya que les pintan algunas paredes, les plantan, si hace falta para el decorado, un árbol e incluso les mandan asombrosos camiones barredoras para hacer desaparecer las olvidadas basuras de las calles por donde pasará la comitiva, quedando de esta forma y por un tiempo la zona en cuestión bajo los provechosos y afortunados efectos colaterales que conlleva tan indudablemente benefactora visita.