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Aznar insta al Ejército a que se prepare para acometer ataques "anticipatorios"

El presidente defiende ante el generalato una doctrina diferente a la pactada en el Parlamento

Miguel González

El jefe del Gobierno, José María Aznar, defendió ayer ante la cúpula de las Fuerzas Armadas y los futuros generales de los tres ejércitos -los 141 mandos que están realizando el curso de capacitación para el generalato- la doctrina de la guerra preventiva contra el terrorismo internacional, a la que denominó eufemísticamente "acciones de carácter anticipatorio" y les pidió que se preparen para acometerlas. Al mismo tiempo, expresó su recelo hacia la eficacia de las organizaciones internacionales de seguridad y su apuesta prioritaria por la relación bilateral de España con Estados Unidos.

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Ya desde el inicio de su conferencia en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas -la segunda que pronuncia en el principal centro español de estudios militares-, Aznar dejó claro que no iba a limitarse a un discurso protocolario, al advertir de que no estaba dispuesto a perder su tiempo ni el del auditorio.

"Permítanme compartir con ustedes mi visión de lo que está naciendo y la orientación estratégica que debe marcarse a las Fuerzas Armadas para este medio internacional emergente", dijo. Obvió, sin embargo, que la orientación estratégica de las Fuerzas Armadas españolas viene marcada por un documento, la Revisión Estratégica de la Defensa, que se aprobó en diciembre pasado, con la vocación de durar hasta el año 2015, y cuyo contenido fue consensuado por el Gobierno en el Parlamento con el PSOE, Coalición canaria y Convergència i Unió (CiU).

Aznar se apartó de dicho documento, el único válido oficialmente en España hasta ahora, cuando defendió la "anticipación en la acción" o guerra preventiva, un concepto que fue excluido de la Revisión Estratégica durante su largo periodo de elaboración, casi dos años.

"Después de lo ocurrido en otros países", argumento, refiriéndose a los ataques contra EE UU del 11 de septiembre, "el sentido de la anticipación en la acción es una parte más del sentido de la responsabilidad que le incumbe al gobernante".

Más adelante volvió sobre esta doctrina al afirmar que la eficacia en la lucha contra grupos terroristas que podrían dotarse de armas de destrucción masiva "lleva al supuesto de emprender acciones de carácter anticipatorio, aunque estén restringidas a casos determinados".

El presidente fue muy parco a la hora de explicar en qué circunstancias estaría justificada una acción de esa naturaleza. Se limitó a remitirse a "nuestros clásicos" para enumerar las tres condiciones que debe tener un ataque preventivo; es decir, sin agresión previa: "Justicia de sus objetivos, proporcionalidad en los medios y respeto a los no combatientes". Ni una palabra sobre la legalidad internacional, al contrario que la Revisión Estratégica, que dice que las Fuerzas Armadas españolas actuarán "con respeto siempre a la legalidad internacional".

Aznar recordó que "muchas de las propuestas de la reunión de Praga del año pasado van en esa dirección", en alusión al Concepto Militar de Lucha contra el Terrorismo, un documento clasificado como secreto de cuyo contenido nunca ha sido informado el Parlamento. "Y la política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea apunta en la misma dirección, aunque en menor medida, por su condición todavía embrionaria", agregó, refiriéndose al texto presentado por el responsable de la política exterior y de seguridad de la UE, Javier Solana, en la cumbre de Salónica (Grecia) de junio pasado, que se refiere a acciones preventivas, no sólo de carácter militar.

El presidente dio por sentando que las misiones de paz, prioritarias en la pasada década, seguirán existiendo, pero ya no serán las únicas.

Sin embargo, donde se apartó más de la que ha sido hasta ahora posición oficial española fue en la desconfianza hacia la eficacia de las organizaciones internacionales de seguridad que rezumó su discurso. "Hagan lo que hagan las organizaciones multinacionales", advirtió, "los retos del futuro deben ser afrontados en primer lugar por los españoles y sus gobernantes".

Tras subrayar que en los últimos meses se ha producido "una profunda crisis de los organismos de defensa colectiva", apostó por el mantenimiento de la OTAN, aunque, agregó, "tampoco puede ignorarse que no atraviesa un buen momento. Como no está en su mejor momento", continuó, "la relación de Europa con Estados Unidos, aunque la relación atlántica de algunos europeos no pueda ser mejor, como es el caso de España".

Aznar hizo hincapié en que España "está bien situada" en un nuevo panorama internacional cuyo primer dato es la "posición dominante o hegemónica" de EE UU y el segundo, la preocupación generalizada por el problema del terrorismo, que España padece desde hace 25 años.

Sin citarlos, criticó a Francia y Alemania que, con motivo de la crisis de la Irak, "han recurrido diplomáticamente al consabido equilibrio de poder", lo que, en su opinión, "no es válido entre aliados"; o a la "contención diplomática del poder" de Estados Unidos que, a su juicio, "va contra el sentido de la historia".

Su única alusión a la ONU se produjo, precisamente, en referencia a la guerra con Irak. Tras felicitarse por la aprobación unánime de la resolución 1511, que legitima la presencia de las tropas extranjeras, reiteró que "la decisión de estar por el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y, en su defecto, por el cambio forzoso del peligroso régimen anterior en Irak, no sólo fue correcta, sino justa y necesaria. Era la hora de nuestra responsabilidad y ante ella hemos cumplido", concluyó.

José María Aznar, junto al ex presidente estadounidense Bill Clinton, ayer en La Moncloa.
José María Aznar, junto al ex presidente estadounidense Bill Clinton, ayer en La Moncloa.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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