El textil analiza el mapa industrial chino mientras el azulejo clama por la defensa de su producto

La amenaza que representa la industria China para varios sectores tradicionales valencianos estimula respuestas diversas entre los afectados. El Instituto Tecnológico del Textil (Aitex) ha optado por formar un técnico para elaborar un mapa del sector en China y afrontar la competencia con conocimiento de causa. El sector del azulejo, sin embargo, denuncia la polución de precios que genera la oferta china en los mercados internacionales y exige limitaciones a la importación de productos que no reúnan las condiciones de producción que impone la Unión Europea.

Los responsables de Aitex aprovecharon la feria de tejidos para tapicería y decoración Intertextile que se celebró la semana pasada en Shangai para conocer de primera mano el calibre de la competencia que afrontará el sector valenciano a partir de 2005, cuando China disfrute de las mismas facilidades para exportar sus productos que amparan a los miembros de la Organización Mundial del Comercio, informa Lucía Gadea.

Vicente Blanes, director de Aitex, anunció ayer en Alcoi la contratación de un técnico que elaborará un mapa del sector en China. "Queremos saber cuáles son las empresas más importantes, qué productos fabrican y su nivel de preparación para ver cómo podemos colaborar en el desarrollo de esta zona", resumió. El primer contacto revela que la maquinaria que utilizan los fabricantes chinos es obsoleta. En el caso de las hilaturas, algunos aparatos arrastran entre 25 y 30 años de servicio.

Blanes subrayó que los fabricantes chinos no destacan "ni por su gran calidad ni por su diseño", pero admitió que es imposible competir con unos industriales que pagan salarios en torno a los 60 euros al mes.

El principal problema reside en la capacidad de los industriales chinos "para renovar su parque tecnológico en unos años", señaló Blanes, una posibilidad muy cierta en un gigante que mantiene tasas de crecimiento económico en torno al 10% en los últimos años.

Los industriales del azulejo, mientras tanto, afrontan el problema desde otra perspectiva. Fernando Diago, presidente de Ascer, declaraba recientemente que "China es marginal" en el sector, aunque admitía "el gran potencial" de su industria.

Miguel Peralta, consejero de Industria, admitió ayer en Castellón, núcleo del sector azulejero, que "existen muchas dificultades" para limitar la entrada de azulejos cuyas condiciones de producción no son equiparables a las que exige la Unión Europea, informa María Fabra.

Las compras de azulejos chinos por parte de fabricantes castellonenses son parte del problema. Y es que los fabricantes chinos vendían el gres porcelánico a 2,5 euros por metro cuadrado en la última edición de Cersaie, la mayor feria del mundo que se celebra en Bolonia, mientras que los españoles pedían una media de 12.

Las exigencias de calidad en los procesos de producción chocan con la cruda realidad del mercado. Peralta aseguró que hace lo posible "en permanente contacto con el Gobierno central" para establecer mínimos de calidad, pero concedió que "las relaciones internacionales en cuanto al comercio son complejas y hay que reconocerlo".

Como último recurso, Peralta anunció que la Generalitat becará a futuros especialistas en derecho internacional que puedan defender las marcas y los diseños valencianos del plagio de los industriales chinos.