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El juez del crimen del Maremàgnum plantea 87 preguntas al jurado

El cuestionario trata de centrar la deliberación para fijar la responsabilidad de cada acusado

Las seis mujeres y los tres hombres que integran el tribunal del jurado que juzga el crimen del Maremàgnum empezó a deliberar ayer tras recibir el objeto del veredicto: es decir, el cuestionario que deberá responder para establecer cómo ha de tipificarse la muerte del ecuatoriano Wilson Pacheco. Éste fue arrojado a las aguas del puerto de Barcelona la madrugada del 27 de enero de 2002 tras recibir una paliza que supuestamente le propinaron dos porteros de salas de fiestas y un vigilante jurado.

Al tribunal le han sido planteadas 87 preguntas, agrupadas en cuatro bloques: los hechos imputados a cada uno de los tres acusados, su participación en los hechos y las circunstancias que pueden agravar o atenuar su responsabilidad, los hechos delictivos y la posibilidad de concederles el indulto o suspender la ejecución de la posible pena.

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Tras el caso de Dolores Vázquez, que ha planeado desde el primer día del juicio sobre la Audiencia de Barcelona, el magistrado Daniel de Alfonso, presidente del tribunal, ha puesto un especial cuidado en la redacción de las preguntas para evitar la confusión a los miembros del jurado y evitar después una anulación del juicio por falta de motivación en el veredicto. De Alfonso ha presidido varios juicios con jurado en la Audiencia de Barcelona y en dos ocasiones ya le fueron anulados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por falta de motivación o confusión en el objeto del veredicto.

Participación de los acusados

En este caso, además, existe una dificultad añadida: que la tipificación penal de los hechos no está claramente definida, cada acusado tuvo una participación distinta y existen circunstancias que pueden agravar o atenuar los hechos. La fiscalía sostiene que se trata de un homicidio, pero las defensas de Antonio Fernando Quincoces, Mariano Romero y James Anglada entienden que son una falta o un delito de lesiones. Sólo el abogado de Anglada, el acusado de arrojar a la víctima al agua, admite que pudo ser un homicidio imprudente, castigado con una pena máxima de cuatro años de prisión.

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Fuentes judiciales explicaron ayer, sin embargo, sus dudas sobre la necesidad de realizar determinadas preguntas al jurado, como la de si la víctima "era una persona con la estatura de un metro y 52 centímetros y de 60 kilogramos de peso". También se le plantea al jurado que se pronuncie sobre si Pacheco tenía un índice de alcoholemia de 2,3 gramos por litro de sangre.

Los miembros del jurado están incomunicados desde ayer hasta que hagan públicas sus respuestas. La ley no establece un plazo concreto y sólo habla de que dos días después de iniciarse las deliberaciones, el magistrado puede convocarles para saber si tienen alguna duda sobre los aspectos que han de responder. Si los miembros del jurado no tuviesen dudas, pero no hubieran respondido, el juez puede reformular el cuestionario y subsanar algún defecto de procedimiento o formular nuevas preguntas.

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