Villanos muy rentables
Es bien sabido que las series de películas de terror, empezando por la fundacional, la galería de monstruos de la Universal entre los años treinta y los cuarenta, suelen sufrir el deterioro lógico de la sobreexplotación; demasiadas películas, demasiado hartazgo. Hasta ahora. Porque lo que viene a demostrar esta película, dirigida por el hongkonés Ronnie Yu (le conocemos por La novia de Chucky) es que aquella tendencia se ha invertido en el infantilizado gore contemporáneo: Freddy contra Jason, el filme que une a los dos asesinos en serie más activos de los últimos tiempos, ha destrozado las taquillas americanas... y amenaza las españolas.
Y lo hace con lo mínimo: sumariamente contada, la película se puede resumir en un prólogo no muy amplio, un prodigio de precisión, puesto que resume las andanzas anteriores de cada uno de los protagonistas, y el consabido, interminable combate de ellos entre sí, y el de sus potenciales víctimas con ellos. Punto.
FREDDY CONTRA JASON
Dirección: Ronnie Yu. Intérpretes: Robert Englund, Ken Kirzinger, Monica Keena, Jasón Ritter, Kelly Rowland. Género: terror. EE UU, 2003. Duración: 97 minutos.
O sea, la destrucción del clásico planteamiento, nudo y desenlace, sustituido por el resumen de lo anterior más interminable desenlace y el breve, aunque útil, final abierto.
Y como en toda película actual del género que hace del enfrentamiento su razón de ser, éste es, sencillamente, un continuo "lo más difícil", con litros de hemoglobina, hachazos, desgarros, vísceras al aire...
Lo sabe bien el espectador de este tipo de ficciones. Y es de temer que sea lo único que le interese, porque con personajes así, que han protagonizado, por separado, casi una veintena de títulos, sobran más explicaciones.
Babelia
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