El PSE pide que las pensiones más bajas se igualen al salario mínimo

El PSE reclamó ayer al Gobierno vasco que iguale las pensiones contributivas más bajas que perciben los ciudadanos de la comunidad con el salario mínimo interprofesional, que en estos momentos asciende a 471 euros al mes. La iniciativa beneficia, sobre todo, a viudos y viudas que durante su vida han cotizado a la Seguridad Social, pero desde trabajos poco remunerados.

El rechazo del tripartito a todas las enmiendas al plan de pobreza presentadas por la oposición durante el pleno parlamentario de la pasada semana no ha desanimado a los socialistas, que ayer anunciaron una batería de medidas en este terreno. La primera es la proposición no de ley presentada en el Parlamento sobre las ayudas extraordinarias a los pensionistas de la Seguridad Social, una cuestión de "justicia", según proclamó la portavoz del PSE para asuntos sociales, Gemma Zabaleta.

"El Gobierno vasco dispone de los instrumentos para procurar el máximo de bienestar a sus ciudadanos", recalcó la parlamentaria socialista.

Según los cálculos de Zabaleta, se podrían beneficiar de esta ayuda alrededor de un 20% de los pensionistas vascos que tienen una pensión inferior al salario mínimo. Otra de las condiciones para recibir el complemento es que la pensión sea el único ingreso que exista en la familia.

Entre las prestaciones económicas que ofrece el Gobierno en la actualidad figura la renta básica, de la que se benefician alrededor de 18.500 familias. Esta ayuda, que está destinada a las familias sin recursos, aumentará progresivamente hasta alcanzar en el año 2006 el 86% del salario mínimo interprofesional. En el caso de que una persona acceda a la jubilación y la pensión que le corresponda no supere la renta básica, el Gobierno la complementa hasta llegar a esa cifra.

Zabaleta reconoció que tras la postura mostrada por el tripartito en el pleno sobre el plan de pobreza, las posibilidades de que su propuesta salga adelante son escasas. "Nosotros seguiremos intentando el diálogo, pero es el Gobierno el que debe cambiar de actitud", resumió.