La Xunta de Galicia gravará con 2,4 céntimos el litro de gasolina para financiar sanidad y medio ambiente

Los gallegos pagarán a partir del 1 de enero 2,4 céntimos (0,024 euros) más por cada litro de gasolina, dinero que según la Xunta se destinará a financiar la sanidad y el medio ambiente. La medida se basa en una norma que permite a las comunidades gravar el combustible con hasta 2,4 céntimos de euro. La Comunidad de Madrid también adoptó esta disposición con un gravamen de un céntimo (el llamado "céntimo sanitario") y tenía previsto elevarlo a 2,4 , máximo que permite la ley.

La Xunta tratará de aliviar el impacto de esa medida en el transporte y en la industria reduciendo el gravamen a la mitad en el caso del combustible diesel. Agricultores y marineros quedarán exentos. Pese a esas cautelas, el Gobierno autonómico, que preside Manuel Fraga, del PP, se topó con una avalancha de críticas, no sólo de la oposición, sino también de la patronal y de la Federación Gallega de Transporte, que anunció que se opondrá "con todos los medios".

El propósito del consejero gallego de Economía, José Antonio Orza, es recaudar 33 millones de euros, que en un 70% se destinarían a la sanidad pública y un 30% en inversiones para preservar el medio ambiente. Orza justificó la decisión, que calificó de "ponderada", del Gobierno de Fraga por la demanda de "recursos adicionales" que exige, sobre todo, la sanidad pública, debido a sus "necesidades crecientes". En los presupuestos para el próximo año, la Xunta prevé un aumento del 7,1% en las partidas destinadas a sanidad, que absorben casi un tercio del total del gasto público de la comunidad autónoma.

"Aquí se va a hacer única y exclusivamente lo que se ha hecho en Madrid", declaró Manuel Fraga, quien no quiso contestar a las críticas que previamente había expresado la patronal gallega. "La presión fiscal no debe aumentar y no estamos de acuerdo con esta medida", declaró Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia. Fontenla mostró su temor a que este gravamen haga "perder competitividad" a las empresas gallegas y perjudique la creación de empleo.

Más contundente fue la Federación Gallega de Transporte, que anunció que se opondrá a la decisión de la Xunta "con todos los medios a su alcance". La Federación, que se quejó de que el Gobierno autonómico no la hubiese informado previamente, considera "intolerable" que se añada un nuevo gravamen al combustible cuando "soporta una carga impositiva que supera el 70% de su precio".