Un grupo iraquí desconocido se atribuye la muerte de Bernal

Un grupo hasta ahora desconocido, autodenominado Brigadas del mártir del Mehrab, reclamó ayer la autoría del asesinato del funcionario español José Antonio Bernal, muerto el jueves en Bagdad de un disparo en la cabeza.

El comunicado, escrito en árabe, fue arrojado en el interior de la oficina de la agencia Efe en la capital. Fuentes próximas a la Embajada española no le conceden excesiva credibilidad pues la resistencia no suele reivindicar sus acciones, ya sean emboscadas o atentados con coches bomba.

La investigación oficial sigue abierta sin que por el momento se pueda primar ninguna hipótesis. La policía iraquí maneja tres para explicar el asesinato de la pasada semana: un atentado realizado por miembros del servicio secreto de Sadam Husein (Mujabarat), que conocían el trabajo en su país del agregado de Información adscrito al Centro Nacional de Inteligencia (CNI); un intento fallido de secuestro -existe una advertencia de los estadounidenses a todas las embajadas desde agosto pasado- o una disputa de dinero, bien por un trabajo oficial o por la compra de antigüedades, a las que era muy aficionado Bernal.

Los vigilantes locales de los dos agentes del CNI, Kadum y Mohamed, siguen detenidos en calidad de sospechosos. Los agentes emplearon a ambos en mayo, tras la caída del régimen, y durante varios meses tuvieron que abonarles sus salarios (entre 100 y 200 dólares mensuales) de su bolsillo, pues el CNI no se hacía cargo. Hace un mes, el antiguo Cesid aprobó una partida mensual de 1.000 dólares para cuatro agentes iraquíes, que no se llegaron a contratar por motivos que se desconocen.

Blindado estropeado

El encargado de negocios en Irak, que realiza las funciones de embajador, Eduardo de Quesada, se encuentra en Madrid. Se trata de un viaje no previsto con la finalidad de discutir con los responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores la mejora de las medias de seguridad de la legación y de los siete funcionarios españoles que trabajan en ella (además de 15 iraquíes).

El ministerio ha prometido enviar dos coches blindados este mismo mes. Se da la circunstancia de que la embajada en Irak debería disponer desde hace alrededor de dos años de un automóvil blindado que reclamó el anterior encargado de negocios, Fernando Valderrama, quien dimitió por su desacuerdo con la posición del Gobierno sobre la guerra. Cuando el vehículo era descargado en el puerto de Aqaba (Jordania) se soltó de las amarras de la grúa y cayó al muelle. Problemas burocráticos sobre quién debe pagar el arreglo lo mantienen inutilizado desde entonces.