Duran rechaza la propuesta de Pujol de fusionar Unió y CDC

No habrá fusión entre Unió y Convergència a finales de 2004, cuando ambos partidos deben decidir su futura organización interna en un congreso extraordinario, tal y como planteó el pasado lunes el presidente de la Generalitat y de la federación, Jordi Pujol. El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, aunque evitó pronunciarse abiertamente sobre esta espinosa cuestión, señaló ayer que las dos formaciones ya "hicieron un milagro" cuando aprobaron constituirse en federación, cuya cohesión, dijo, "está a prueba de bomba".

En declaraciones a Radio Nacional de España, Duran admitió que el presidente catalán es un claro partidario de la fusión entre UDC y CDC y "así lo ha expresado de forma descarada y pública", aunque precisó: "No por ello le tenemos que criticar". "Del futuro ya hablaremos", declaró Duran, quien añadió que la respuesta de Unió a la fusión planteada por los convergentes es la actual federación.

El pasado lunes, Jordi Pujol anunció que mantendrá las riendas de CiU hasta resolver el "definitivo encaje" entre ambos partidos. Según los estatutos de la federación, UDC y CDC deben celebrar a finales de 2004 un congreso para convertirse en una sola fuerza política, expresión que para los convergentes equivale a una fusión. Hasta entonces, apuntó Pujol, tiene "algo que hacer y que decir".

Aunque Pujol descartaría una fusión en toda regla -la palabra levanta ampollas entre los democristianos-, sí pretende buscar una fórmula que consolide más los lazos entre las dos formaciones, pero evitando su desaparición de hecho, según informó ayer El Periódico de Catalunya.

A pesar de estas discrepancias, Duran se comprometió a trabajar "como el que más" por la victoria de CiU y del candidato Artur Mas en las elecciones del 16 de noviembre, y afirmó que será "el primero que llorará de alegría".