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EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS

El precio de frutas y verduras es hasta un 11% más caro en los grandes comercios

El Gobierno estudiará incluir en las etiquetas de los alimentos frescos el precio de origen

Cristina Galindo

Comprar frutas y verduras en un hipermercado cuesta hasta un 11% más que en un pequeño comercio tradicional, que es el más barato, según los datos de un estudio elaborado por la Universidad Complutense y encargado por el Ministerio de Economía tras el extraordinario encarecimiento de los alimentos frescos en los últimos dos años. El Gobierno, que admite que existe poco margen para intervenir y frenar la escalada, estudiará la posibilidad de incluir en las etiquetas de estos productos precio de origen, junto al de venta, para que el consumidor compruebe las diferencias a primera vista.

Este estudio llega en un momento en que los alimentos frescos están desbocados, con los tomates, judías verdes y algunas frutas con subidas entre el 25% y el 50% en 12 meses. Y es tan preocupante que ayer mismo el presidente Aznar entró de lleno alertando, en unas jornadas organizadas por el diario Abc, que las subidas están "injustificadas" en la alimentación. El Gobierno ha pedido al Servicio de Defensa de la Competencia que investigue si se vulnera la competencia en la fijación de precios.

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El análisis, presentado ayer, indica que los hipermercados (más de 2.500 metros cuadrados) y los supermercados grandes (entre 1.000 y 2.500 metros cuadrados) son los establecimientos más caros en la venta de frutas y verduras.

El comercio especializado es el que tiene los precios de frutas y verduras más bajos, seguido de los supermercados pequeños y grandes. Los mercados municipales también se encuentran en la lista de los más caros, pero el responsable del estudio, el catedrático Javier Casares, puntualizó que en ese segmento de negocio los precios varían mucho, porque tienen un funcionamiento específico.

Pescados y carnes

Las cosas cambian con el pescado. En este tipo de producto lo más caro es ir a comprar a un comercio especializado: cuesta un 14% más que los más baratos, que son los supermercados medianos (entre 400 y 1.000 metros cuadrados). En carnes, los menos económicos vuelven a ser los hipermercados, que venden este producto con un precio un 7% superior al de los supermercados pequeños, que tienen los precios más bajos.

Pero el consumidor se encontrará con que los hipermercados le ofrecen unas mejores ofertas en productos de droguería y alimentación envasada, que pueden equilibrar el conjunto de su cesta de la compra y que muchas veces forman parte de la oferta de reclamo de las grandes superficies. Jabones, detergentes o lejías son un 9% más baratos que los que se venden en el comercio especializado (el más caro). Además, los grandes supermercados son los segundos más baratos. Los hipermercados repiten como los más baratos en alimentación envasada, aunque en general existen pocas diferencias de precio en estos productos.

Este mismo estudio, que ha tomado una muestra en abril de 1.903 establecimientos, se ampliará con otras muestras tomadas en julio y octubre.

El Gobierno no entró ayer a señalar los posibles culpables del encarecimiento de los alimentos que, según un reciente estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros, se debe en parte a la concentración de las grandes empresas de distribución. "Habrá que esperar a esas muestras para poder ver la evolución de los precios y hacer una lectura más precisa de lo que está pasando", dijo en la presentación del estudio el secretario de Estado de Comercio, Francisco Utrera. Respecto a la propuesta de la Unión de Pequeños Agricultores de instaurar el doble etiquetado, afirmó que es "una cuestión que habrá que estudiar". "Tiene ciertamente elementos positivos", añadió, aunque estima que no hay que centrarse en una sola propuesta, sino "estudiar el conjunto".

Desde Luxemburgo, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, admitió, por su parte, que existe un escaso margen de actuación para intervenir ante la subida de los precios de los alimentos y mostró su preocupación porque la reducción del precio en origen no se traslade al consumidor, informa Efe.

Una frutera vende naranjas en el mercado central de Valencia.
Una frutera vende naranjas en el mercado central de Valencia.JESÚS CISCAR MARCH
José María Aznar (a la izquierda), junto a los empresarios Florentino Pérez (de pie) e Íñigo Oriol.
José María Aznar (a la izquierda), junto a los empresarios Florentino Pérez (de pie) e Íñigo Oriol.EFE

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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