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Entrevista:ADÁN MARTÍN | Presidente del Gobierno de Canarias

"Las aguas entre islas deben ser españolas y, por tanto, canarias"

El presidente del Gobierno de Canarias, el ingeniero nacionalista Adán Martín Menis (Santa Cruz de Tenerife, 1943), considera que "la tragedia del Prestige" es el ejemplo exacto de "cómo debemos controlar nuestro mar" y, por tanto, evitar que la franja marina que separa las islas sean aguas internacionales sin ningún control sobre el tráfico marítimo. Martín reclama al Estado que solvente las dudas jurídicas sobre la delimitación de las aguas interiores de las islas, al tiempo que solicita a Interior medio millar de agentes de seguridad para todas las islas. Tras 12 años como presidente del Cabildo Insular de Tenerife y los cuatro pasados como consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias, Martín deja en el Estado la máxima responsabilidad en inmigración y asegura no inquietarse con la proyección pública del portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, José Carlos Mauricio, ahora consejero de Economía y Hacienda; el presidente de los populares, José Manuel Soria; el diputado varias veces condenado Dimas Martín y el anterior titular del Ejecutivo, Román Rodríguez.

"El Estado y Europa deben controlar mejor la entrada de inmigrantes"

Pregunta. ¿Por qué el Gobierno de Canarias no adelanta las inversiones necesarias para acabar con la escasez de medios en seguridad e inmigración y, posteriormente, reclama ese dinero al Estado?

Respuesta. Son dos asuntos diferentes. La inmigración ilegal es un fenómeno mundial donde se acentúan las diferencias entre zonas muy pobres y otras con mayor desarrollo. La solución pasa por negociar, porque el principal aspecto no es cómo se rescata la vida, se atienden y reciben a las víctimas de las mafias. El Estado y Europa tienen que controlar mejor su entrada y reenviarlos a sus países de origen. Respecto a la seguridad, existen buenas instalaciones, debemos potenciar la seguridad preventiva desde las escuelas hasta todos los rincones de nuestra sociedad, pero también reclamamos seriamente que se cubran las plantillas completas de los dos cuerpos de seguridad del Estado. No quiero hacer demagogia; en materia de seguridad prefiero trabajar más y hacer menos declaraciones.

P. Las enmiendas del PP al proyecto de ley de delimitación de aguas interiores de Canarias pretenden descafeinar la propuesta inicial de CC. ¿Qué actitud adoptará su Gobierno?

R. Las aguas interiores de Canarias deben ser estatales y, por extensión, de esta comunidad autónoma como parte de ese Estado. No hay nadie en las islas que dude sobre esa cuestión. No tiene sentido que por el mar que separa a las islas pueda pasar cualquier buque, sin control absoluto sobre su actividad, cargamento o intenciones, y la tragedia del Prestige indica que es necesario controlar nuestro mar. Paralelamente habrá que decidir hasta dónde llegan las aguas canarias y hasta dónde las africanas. Sobre este último aspecto, parece que el grupo de trabajo del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Gobierno de Marruecos progresa adecuadamente. Europa ya ha reconocido un espacio de 100 millas alrededor de Canarias como propio para pesca artesanal.

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P. Su consejero de Economía, José Carlos Mauricio, ha generado un intenso debate sobre la conveniencia de invertir en África, y no en Canarias, la bolsa millonaria acumulada por los beneficios fiscales de la Reserva de Inversiones (RIC) ¿Comparte ese criterio?

R. Es tan solo una idea. El que conozca un poco la realidad sabe que esas inversiones tienen su riesgo y el dinero que está en juego es el de muchas empresas de las islas. Dos tercios de los fondos son beneficios de libre disposición con el objetivo de invertir y generar empleo. Las posibilidades de África no serán más del 5% al 10%, por lo que no hay riesgo de que toda la Reserva de Inversiones se vaya por ahí. En lo que estamos todos de acuerdo es que Canarias tiene que internacionalizar su economía y para ello puede exportar y ayudar al disminuir la inmigración. Lo que hay que negociar es si se colabora en proyectos africanos a través de la RIC u otra figura fiscal, pero la idea está ahí y es bueno generar el debate.

P. ¿Por qué no se reinvierte en mejorar los salarios de los canarios o en infraestructura básica deficitaria, como la energía?

R. El salario no lo fija la reserva. Es un problema de competitividad y productividad del sistema, que no tiene nada que ver con la RIC, que es una figura para invertir en determinados bienes fijos sobre los que se puede producir riqueza, desde un taller que fabrica maquinaria, a productos lácteos o un hotel de lujo. El nivel de los salarios en la industria canaria es superior a la media española, pero el nivel en servicios de Canarias compite con destinos mundiales donde la mano de obra es muy barata, como en el Caribe o Túnez, donde los salarios son muy baratos. La RIC está funcionando bien en todos los sectores productivos. Es verdad que es bueno que cambie hacia sectores, como el energético, como el del gas o las telecomunicaciones, pero si nuestra mayor experiencia es turística, la tendencia es invertir en el sector que conocemos bien.

P. Durante meses, muchos miembros de su propio partido colgaron el cartel de "No cabe nadie más" en Canarias. ¿Qué pasó con el debate de la superpoblación?

R. En la medida que no se ha seguido creciendo de forma desaforada en Lanzarote, Fuerteventura y las zonas sur de Gran Canaria y Tenerife, ha dejado de venir tanta gente como antes. Hemos aplicado las directrices de ordenación general y del turismo, aprobadas por unanimidad en el Parlamento. Hay zonas saturadas en Canarias y que no deben crecer más y otras que en diez años han duplicado la población. Las directrices han resuelto una parte de ese fenómeno, aunque la libre circulación de personas es un principio de obligado cumplimiento.

P. ¿Desconfía de la pinza que le pudieran hacer entre su consejero de Hacienda y el presidente del PP y socio de Gobierno, José Manuel Soria?

R. Un buen presidente no es el que más sabe, sino que el que aglutina al mejor equipo. José Carlos Mauricio es una gran apuesta de este Gobierno, con una extraordinaria experiencia parlamentaria y un profundo conocimiento de nuestra economía. Respecto al líder del PP, es un hombre con un valor electoral que ahí está y una trayectoria muy conocida en Canarias. Hemos suscrito un pacto y debo buscar el mayor de encuentros posible para cumplir esos compromisos.

P. ¿Por qué el anterior presidente del Gobierno, Román Rodríguez, no está en su Gabinete, cuando así se vendió en la campaña electoral?

R. Porque no compartíamos de igual forma las decisiones que CC consideraba como las mejores para las islas. Nuestra organización política le hizo una serie de ofrecimientos, que no consideró adecuados, al margen del mayor de los respetos que mantengo al que, entonces, fue mi presidente. Después de una votación, mi formación me conminó a formar Gobierno sin él.

P. ¿Y es una figura política válida, que podrían volver a rescatar?

R. El ejercicio de la política es muy largo. No conozco a nadie que salga de la vida política y no vuelva a entrar, a no ser que renuncie a ello. Él es muy joven y, aunque vamos a hacerlo lo mejor posible, este Gobierno se ha constituido sólo por cuatro años. El tiempo dirá.

P. ¿Qué opina de que su Gobierno cuente con el apoyo de Dimas Martín, encausado en varios procesos sobre fondos públicos?

R. Es un tema simple. El Partido de Independientes de Lanzarote forma un grupo parlamentario por una mayoría obtenida democráticamente. Uno de los tres miembros de ese grupo es Dimas Martín, presidente del Cabildo Insular de Lanzarote, elegido por los ciudadanos de esa isla.

Adán Martín Menis, presidente del Gobierno de Canarias.
Adán Martín Menis, presidente del Gobierno de Canarias.PEDRO PERIS

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