Un infiltrado llamado arte
Manifesta trabajará por fundirse con la vida cotidiana de San Sebastián
La Bienal de Arte Contemporáneo Manifesta 5, que se celebrará entre el 11 de junio y el 30 de septiembre de 2004 en San Sebastián, quiere convertirse en bandera de la comunicación entre los artistas y el público, pero sus comisarios, Marta Kuzma y Massimiliano Gioni, son aún incapaces de concretar la idea matriz que marcará su desarrollo; la temática que condicionará el trabajo de los 50 artistas europeos seleccionados para trasladarse a la ciudad durante esos meses a mostrar los secretos de cocina del arte de vanguardia.
Hablan de conceptos tan genéricos como "rumores políticos, paisaje cultural, presente imperfecto, ruidos espirituales, encuentro con la ambigüedad o poder de identidad". "Estamos trabajando con diversas ideas, primero porque tanto el arte contemporáneo como el mundo son mucho más que un único eslogan", dijo Gioni. ¿Pero qué diferenciará a esta edición respecto a las anteriores? "No sé si seremos realmente capaces de plasmarlo, pero lo que queremos es que se logre trabajar sobre la realidad política, social y económica de este lugar, que Manifesta se infiltre en el lugar en el que ocurre y que deje un poso una vez finalizado", respondió Lourdes Fernández, coordinadora general de esta edición. De momento, tratará de ir buscando la complicidad de los donostiarras con el logo diseñado por la agencia 12-62, una estrella de color fucsia de cinco puntas.
La Bienal se vende como un escaparate en el que poder ver las tendencias más innovadoras del arte y como un laboratorio creativo accesible a todos, que evoluciona y transforma ideas en objetos o conceptos a pie de calle. "Puede ser que un artista haga una parada de autobús", explicó Fernández. De momento, lo único claro es que las iniciativas de los 50 artistas que finalmente sean seleccionados se verán en toda la ciudad y en Pasaia. Que el centro Koldo Mitxelena, el Museo San Telmo y la sala Kubo de exposiciones del Kursaal se abrirán a esta iniciativa y que el Instituto Berlage abrirá una oficina de planificación urbana alternativa en la que ocho arquitectos explorarán posibles futuros para la ciudad.
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