Los ex banqueros cambiaron la presidencia en el Zaragozano por una posición relevante en ACS
Sin embargo, este abandono forzoso no supuso su adiós al mundo empresarial. Contaban con una buena cuenta corriente tras la venta del 40% que poseían en el Zaragozano, ya que recibieron alrededor de 460 millones por sus acciones. A pesar de que la condena les exige el pago de casi 24,5 millones y todos los intereses de demora como indemnización, todavía les queda efectivo para invertir.
Ésta no será la última inversión de los Albertos, que ayer vieron cómo se cerraba un paso más del caso Urbanor, que se inició en 1957 cuando se consiguieron las parcelas en la plaza de Castilla en Madrid. Éstas quedaron en manos de un grupo de inversores, entre los que estaban los Albertos. Los kuwaitíes del grupo KIO se interesaron, pero pagaron un precio más alto a los financieros que al resto de los socios, entre ellos Construcciones San José, cuyo presidente ahora se sienta en el Consejo del BBVA, y comenzaron las querellas. Ahora todo está en manos del Tribunal Constitucional.
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