El cine desde la fotografía

Esta colección, 50 años de Positif, reúne lo mejor de una mítica publicación que supo dialogar con la fotografía -la estática- y el movimiento cinematográfico. También lo hizo con un espacio de reflexión de ambas disciplinas. Sus páginas fueron como una suerte de habitación secreta en donde tipos como Woody Allen, David Lynch, Alain Resnais, Marco Bellochio, Dino Risi, Robert Altman, Pedro Almodóvar, Nanni Moretti, Terry Gilliam, Ken Loach..., entre otros muchos, se enfrentaron con la instantánea, pura y dura. Editorialmente, su nacimiento ocurrió en Lyón (Francia) con el voluntarismo de un grupo de amigos. Apostaron por dejar de mirarse el ombligo (gran deporte practicado en estos menesteres durante aquellos años). Por el contrario, abrieron puertas y comenzaron a fijarse en la obra, y en los retratos ajenos, los que hoy nos ocupan -John Houston fue uno de los primeros-. Esta muestra certifica las efemérides de su 50º aniversario editorial (desde 1952 hasta 2002). Lo hace desde la especificidad del objetivo de Nicolas Guérin (escrito visualmente en un cuaderno que relata los 50 años de la revista Positif). Para ello se han seleccionado un centenar de retratos tomados por él, algunos publicados y otros inéditos. Se trata de un paquete de excelentes tomas, registradas "cara a cara" (si bien, carentes de las pretensiones estéticas, documentales o explicativas del tipo Cartier-Bresson, Avedon, Nat Finkellstein, Lewis Hine, Youf Karsh, André Kertész y compañía) que, en cierta medida, trazaron las coordenadas de la especialidad el pasado siglo. Los mejores retratos de la colección que nos ocupa ahora son los hechos en blanco y negro -auténticos calcos- de los rostros fijos, por ejemplo, el de Michelangelo Antonioni, cuya cartela narra que lo que más le interesa de su producción "son los hechos y los sentimientos humanos, pasados por el filtro de la psicología femenina. Ellos adquirieron, entonces, cuando lo hacía de esta manera, un sabor más que picante" (Positif; número 30, julio de 1959). O, también, lo que Bertolucci expresa, casi caligráficamente, bajo su retrato: "Cada plan trae su historia propia, su atmósfera propia, capaz de tener el mismo tiempo moral".

La exposición se construye más por etapas cronológicas que por capítulos conceptuales; las primeras tomas de Antonioni (en el número 16) pertenecen a las secuencias de Femmes entre elles (entre mujeres) y continua con Alain Resnais, en Nuit et brouillard (noche y niebla). Lo cierto es que todas las fotos de Guérin (1970) se sintetizan conceptualmente con un breve texto que ilustra el rostro fotografiado de Roman Polanski (próximo al de Tavernier y Chabrol), que dice: "Como espectador amo el cine: con el cine se está o no se está". No perderse el libro que lo acompaña: 100 cineastas de hoy-50 años de Positif (Dreamland).